Muy interesantes las fotos que la revista británica CAR ha logrado captar en el Valle de la muerte de California, donde ha sido pillado in fraganti una unidad del Lexus HS en plena operación de repostaje de su depósito de hidrógeno. Se trata de unas pruebas secretas que nos podrían indicar que el HS, un modelo que no ha tenido éxito en el mercado, podría tener una segunda oportunidad siendo el elegido para convertirse en el primer coche a hidrógeno de producción masiva.
Según Toyota, esto tendrá lugar en el 2015 y hasta ahora no había noticias de cual sería la plataforma seleccionada para encargarse de este trabajo, y aunque falta la confirmación oficial, parece que el elegido ha sido el Lexus HS, una berlina que ha dejado de formar parte de la gama Lexus por las bajas ventas, y que después de un tiempo fuera del mercado permitiría a Toyota lanzar un modelo diferenciado de su exitosa gama de híbridos.
De esta forma el Lexus HS podría convertirse en el primer modelo impulsado por una pila de combustible de hidrógeno de producción en cadena, una producción que teóricamente debería comenzar en 2015, y cuyo precio esperan que no supere los 50.000 dólares antes de ayudas.
La carta de presentación será espectacular, ya que este modelo podrá circular durante más de 500 kilómetros con cada depósito, y recuperar el hidrógeno consumido en el mismo tiempo que un coche con motor de combustión, todo con una circulación sin emisiones. Pero también llegará con su lado oscuro, y además del precio, también se tendrá que enfrentar a los que dicen que la producción del hidrógeno es un proceso muy poco eficiente, y además tendrá que buscar la manera de que la red de distribución de hidrógeno crezca de una forma lo más rápida posible, y aquí es donde puede encontrar su talón de Aquiles.
Pero está claro que si no hay coches no habrá hidrolineras, pero si no hay hidrolineras, no habrá coches, la pescadilla que se muerde la cola y una situación que ya están viviendo los coches eléctricos con batería, con la diferencia que en el peor de los casos una estación de recarga rápida costará poco más de 15.000 euros, mientras que una hidrolinera supera el millón de euros.
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Fuente | Car magazine
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