Después de para la fabricación del Volt el pasado mes de marzo, de nuevo y esta vez por sorpresa el fabricante norteamericano ha vuelto a para la producción de la fábrica de Hamtramck, Detroit, de donde salen todos los Chevrolet Volt y Opel Ampera, y que de nuevo ha tenido que echar el freno por la sobre producción.
Parece que a pesar del aumento de la demanda del eléctrico, las ventas no han seguido la evolución estimada y el stock de vehículos estaba alcanzando un nivel importante, por lo que los responsables del fabricante han decidido cerrar la fábrica durante cuatro semanas, una paralización temporal que afectará a 1.500 trabajadores.
En el primer semestre del 2012 se habían vendido un total de 10.666 Volt, más del triple de los 2.870 unidades matriculadas en el mismo periodo del año pasado, una cifra que a pesar de la evidente evolución, no ha sido suficiente para cumplir con las expectativas de General Motors, lo que obligará a una congelación de la producción durante otras cuatro semanas.
Pero más allá de un coche, el Volt se ha considerado un termómetro del estado de la demanda de este tipo de vehículos, un objeto que también está siendo arma arrojadiza en las elecciones presidenciales en los Estados Unidos donde los críticos se quejan de las ayudas multimillonarias a unos vehículos que no están logrando grandes cifras de ventas, aunque su evolución sea más que evidente, una evolución que según los estudios no dejará de ganar fuerza según aumenten las prestaciones y bajen los precios de los vehículos.
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Fuente | Autonews
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