El hidrógeno no arranca, sólo 27 hidrogeneras instaladas a nivel mundial
A pesar del fuerte apoyo por parte de industrias como la del petróleo o fabricantes como Hyundai o Mercedes, los sistemas de transporte de personas alimentados por hidrógeno no acaban de arrancar y buena prueba de ello son las apenas 27 estaciones de repostaje que hay activas en estos momentos en todo el mundo.
A pesar del fuerte apoyo por parte de industrias como la del petróleo o fabricantes como Hyundai o Mercedes, los sistemas de transporte de personas alimentados por hidrógeno no acaban de arrancar y buena prueba de ello son las apenas 27 estaciones de repostaje que hay activas en estos momentos en todo el mundo.
Sin duda este será el principal problema de una tecnología que siempre ha estado agazapada esperando su momento, y que después de muchos avisos parece que en 2015 ha sido marcado por algunos fabricantes para dar el pistoletazo de salida a la producción de los primeros vehículos destinados a clientes particulares, una fecha como siempre teórica que tendrá que venir acompañada de una inversión en estaciones de servicio que a priori parece complicado que ninguna compañía afronte.
Pero los retos técnicos y económicos a los que debe enfrentarse este tipo de transporte en apenas dos años son demasiado grandes como para pensar que en 2015 tendremos una oferta establecida y realista, por lo que podemos sin miedo decir que esta necesitará como mínimo otros dos o tres años para conseguir que los fabricantes se pongan de acuerdo para la expansión de la exigua red de distribución de hidrógeno.
De esa manera hablamos del año 2017-2018, momento en el que la segunda generación de baterías estará ya en la calle, y que además de unas autonomías mayores nos ofrecerán precios mucho más competitivos que los actuales, lo que dará como resultado una oferta mucho mayor y más madura que la del hidrógeno, y que restringirá el hidrógeno a aplicaciones muy concretas, como transporte público y flotas privadas, mientras que los modelos con batería se harán cargo del grueso del mercado particular.
Por lo tanto las presiones de fabricantes como Ford, Toyota, Hyndai o Daimler para el desarrollo de esta tecnología podrían quedar en nada ante los elevados costes y lentitud de su despliegue, y supondrán una enorme pérdida de tiempo para estas empresas, mientras otras aprovechan la ocasión para afianzarse en el sector de los modelos eléctricos por batería y arrebatarles parte del mercado.
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Fuente | Greencarreports
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