El el Ministro de Producción e Industria francés, Arnaud Montebourg ha confirmado la decidida apuesta de su gobierno para la expansión de la tecnología de los coches eléctricos, y además de unas fuertes ayudas a la adquisición que llegan a los 7.000 euros, quiere también extender de forma importante la red de recarga en todo el país.
De esa forma antes de finalizar este mismo año Francia pasará de los 6.000 puntos de recarga públicos actuales, hasta llegar a los 8.000, una cifra que permitirá a los franceses acceder a los vehículos con una mayor seguridad en sus capacidades y que según el ministro galo, debería potenciar las ventas de forma muy importante.
Después del precio, la principal preocupación de un comprador a la hora de afrontar la adquisición de un coche eléctrico son su autonomía y tiempos de recarga, dos cuestiones que una buena infraestructura de recarga puede ayuda a minimizar mientras la tecnología se desarrolla, y es que incluso con una baja autonomía, si el conductor cuenta con suficientes puntos de recarga en su recorrido este podrá realizar sus desplazamientos con mayor tranquilidad, e incluso con los sistema de recarga rápida podrá tener también una solución a esos días donde necesita un extra de autonomía.
Por otro lado puede parecer que algunos gobiernos estén afrontando este despliegue de puntos de recarga como un arma populista, pero no hay que olvidar que el pasado mes de marzo la Comisión Europa ha publicado una normativa que impone unos mínimos a alcanzar por parte de los estados en cuanto a infraestrcturas de recarga públicas, más de 800.000 puntos que se han repartido entre todos los miembros de la UE, y que obliga a un despliegue concreto antes del 2020.
A España le han asignado 82.000 puntos de recarga, una cifra a alcanzar en menos de siete años y que al ritmo que llevamos ya nos podemos ir preparando o para una ampliación del periodo por varias décadas, o a afrontar las correspondientes multas por la falta de previsión.
Fuente | Businessweek
