En los últimos meses se ha incrementado el número de estados norteamericanos que han propuesto la creación de impuestos especiales para compensar la menor carga impositiva que disfrutan los coches eléctricos respecto a los modelos con motor de combustión, una reducción de ingresos para las administraciones ante la que muchos ya han comenzado a tomar medidas.
Se trata de una polémica donde la visión de los estados choca contra la de los promotores de este tipo de tecnología, ya que los primeros argumentan que un coche eléctrico aporta muchos menos impuestos que un gasolina por el menor gasto del eléctrico, una diferencia que algunos estudios han estimado, y por ejemplo el Chevrolet Volt puede pagar un 90% menos de impuestos que un modelo con motor de combustión de similares características.
Por otro lado los promotores de los coches eléctricos argumentan que en estos de momento son una parte residual de las ventas de turismos y que implantar un impuesto a corto plazo solamente servirá para perjudicar las matriculaciones. Al mismo tiempo se ha puesto sobre la mesa que tal vez sea necesario un nuevo sistema impositivo que tenga en cuenta la eficiencia de cada vehículo, ya que gravar al coche eléctrico por ser más eficiente es una contradicción.
La asociación de fabricantes de coches de los Estados Unidos responde que sería injusto diferenciar unos vehículos de los otros, y que este tipo de medidas no ayudarán a acelerar la expansión de las nuevas tecnologías aplicadas a la automoción, unas tecnologías que quieren ver en la carretera lo antes posible y que un nuevo impuesto sólo serviría para su dilatación en el tiempo.
Otra cuestión es que se pretende castigar a una tecnología que vendrá acompañada por otros muchos beneficios no relacionados con los impuestos, pero que supondrán más ingresos para las arcas del estado, como por ejemplo la reducción de la contaminación, una de las principales causas de problemas respiratorios y que supone un tremendo gasto para las administraciones, además de la incentivar una economía interna que cambiará la importación de combustibles por la producción interna, otra importante fuente de ingresos para los países.
Vía | Yahoo Finance
