Siempre que hablamos del BMW i3 hablamos de su aceleración. Una potencia de 170 caballos y un par motor lineal convierten al eléctrico en todo un mini deportivo.
Para demostrar de que no estamos exagerando, un grupo de aficionados ha realizado una prueba algo exagerada. Esta enfrenta en una drag race a un BMW i3 contra un BMW M3. 170 caballos contra 343CV, un dato que nos avisan de que el eléctrico no tiene ninguna posibilidad y que sólo verá la trasera del mítico deportivo alemán…o no.
Como vemos, en los primeros metros a pesar de contar con la mitad de potencia, el eléctrico no sólo aguanta, sino que incluso se adelanta al M3. Por supuesto el gasolina termina por imponer su potencia bruta, pero hasta los 65 km/h el eléctrico mantiene la delantera. Finalmente justo antes de los 100 km/h marcados como objetivo, el M3 logra adelantar al eléctrico.
Pero el vencedor moral es el BMW i3. Un compacto de 4 metros que no está diseñado para los circuitos, y que no cuenta en su equipamiento con elementos deportivos. Un verdadero lobo con piel de cordero que dará más de un susto en los semáforos a los propietarios de grandes berlinas y deportivos gasolina.
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