Nuestro amigo Mark Gemmell de Drive and Dream, se ha atrevido a completar el trayecto entre Madrid y Barcelona en un Tesla Model S. En total unos 600 kilómetros que suponen todo un desafío para un coche eléctrico, especialmente en nuestro país donde la infraestructura todavía está comenzando a desplegarse.
A falta de supercargadores, Mark ha tenido que tirar de un wallbox portátil y las tomas que se han ido adaptando a marchas forzadas. Mark ha seleccionado para las paradas lugares especialmente atractivos a nivel turístico, y donde ha logrado recargar hasta una potencia de 22 kW.
Como podemos ver en la hoja de ruta de Mark, en total han sido tres las paradas durante el trayecto de ida, mientras que para el regreso sólo ha necesitado parar en dos ocasiones. Esto en un ambiente de frío intenso, tramos con nieve, que no es el mejor amigo de la autonomía de un coche eléctrico, a lo que podemos sumar una orografía con importantes subidas y que podemos ver en el gráfico del final.
Las paradas de Mark han tenido lugares como el Parador de Siguenza, donde han tenido que sacar una toma por una ventana. El Hotel Reina Petronas de Zaragoza, donde ha logrado recargar 101 kilómetros por hora enchufado, fundamental para encarar la dura subida al parador de Cardona. Una subida a 3 grados centígrados, y donde la elevación ha pasado de 200 a 850 metros en pocos kilómetros.
Finalmente Mark ha logrado regresar a Madrid, con apenas 10 kilómetros en la reserva. Pero nos ha demostrado que incluso con la pobre y muchas veces improvisada infraestructura de nuestro país, es posible ir de Madrid a Barcelona en un Tesla Model S. No queremos imaginarnos si contásemos con supercargadores, entonces no sería necesario ni parar a dormir en el camino.
Fuente | Drive and Dream
