La falta de puntos de recarga públicos es un problema para el correcto despliegue del coche eléctrico. Un elemento que según el informe de PlugInsights, tiene un efecto más psicológico que real, por lo menos a la vista de los resultados de esta encuesta.
Realizada entre 3.247 usuarios de Estados Unidos. El resultado indica que la gran mayoría de las recargas se realizan en las casas de los propietarios. Concretamente el 81% de las recargas de coches eléctricos tienen en el hogar su localización. En segunda posición aparece con un 10% las recargas en estaciones públicas, mientras que el 7% lo hacen el su lugar de trabajo, quedando un 2% que lo hace en otros lugares.
Según esta estadística, los puntos de recarga públicos tienen una menor importancia para el conductor. Tal vez su relevancia sea mayor para el comprador que busque información sobre los vehículos, y lugares donde recargar su batería. Pero la realidad es que la mayor parte de los desplazamientos apenas superan los 60 kilómetros diarios, media europea, por lo que los 120-130 km de autonomía real al final son suficientes para cubrir las necesidades sin necesidad de enchufar el coche durante la jornada.
Esto nos lleva a pensar que quitando las estaciones de carga rápida, los puntos convencionales de baja potencia tal vez no tengan mucho sentido. Sólo en lugares concretos como centros comerciales, sobre todo teniendo en cuenta el coste de su instalación y mantenimiento. Por lo tanto, los instaladores deberían centrar sus esfuerzos en puntos de recarga de al menos 22 kW, para que su uso sea atractivo para el conductor.
Al mismo tiempo los costes de las recargas deben ser contenidos. Al contrario que con la gasolina, los propietarios tienen otras opciones, y si les sale más económico, a no ser que se trate de una emergencia, estirarán la autonomía para llegar a sus viviendas.
Vía | Pluginsights
