Según el directivo de BMW, Herbert Diess, los estudios realizados durante los programas de prueba de sus prototipos eléctricos, han llegado con varias conclusiones interesantes. Entre ellas destaca que para estos usuarios, los puntos de recarga pública no ha sido una pieza fundamental de su día a día.
Los resultados de los años de conducción de los electronautas, donde se ha monitorizado los hábitos de estos cerca de 700 participantes, ha dado como resultado que la gran mayoría de las recargas se realizan en los hogares. El propio Diess se pone como ejemplo, y es que después de un año a los mandos de un i3, nunca ha usado un punto de recarga público.
Por supuesto, esta reflexión choca con la realidad. Más bien parece una excusa por la lenta expansión de la infraestructura de recarga rápida CCS, apoyada por alemanes y norteamericanos. Una lentitud todavía más patente si la comparamos con la vivida por sus rivales de CHAdeMO, que no paran de inaugurar puntos de recarga por toda Europa.
Y es que el estado de la infraestructura de recarga es un factor muy importante a la hora de comprarse un coche eléctrico. Sobre todo en esta primera fase donde las autonomías no son especialmente generosas. Puede que al final del año apenas usemos estos puntos, pero han tenido una parte de culpa de convencernos para afrontar la compra de uno de estos vehículos por el factor psicológico que tiene contar con una mínima infraestructura de recarga.
Vía | Wards Auto
