Cuando hablamos de los motivos para que una persona se compre un coche eléctrico, una de las principales razones es la económica. Ahorrar dinero en cada recorrido y el mantenimiento son algunos de los atractivos de esta tecnología. Pero al mismo tiempo, para lograrlo hay que desembolsar una cantidad de dinero bastante importante.
Pues algo parecido le ha sucedido al protagonista de esta noticia, Kenneth Kahn. Un residente de California, que cada año recorre hasta 48.000 kilómetros a los mandos de su coche, y que necesitaba buscar una alternativa que rebajase su enorme factura anual de gasolina y mantenimientos.
Kenneth se embarcó en la aventura de encontrar un coche que se adaptase a sus recorridos diarios., que en ocasiones supone alcanzar los 160 kilómetros en una jornada. Probó opciones como el Toyota Prius enchufable, el Toyota RAV4 EV, e incluso el Chevrolet Volt. Pero ninguno de ellos llegó a convencerlo.
Entonces ha conocido al Tesla Model S. Sus características eran perfectas, y además en su zona existe una amplia infraestructura de supercargadores. El problema como hemos dicho al principio, el precio. Ni de broma se gastaría 100.000 dólares en un coche, llegó a comentar a sus amigos. Pero a pesar de todo, se decidió a hacer números.
Con una vida útil estimada de unos 160.000 kilómetros, el Model S tendrá un coste de 3 céntimos de dólar cada milla, 2.3 euros cada 100 kilómetros. Por su parte su anterior coche le estaba costando unos 33 céntimos de dólar por milla, unos 23.8 euros cada 100 kilómetros, una cifra que parece algo exagerada, incluso para un todocamino.
A esto debemos sumar el coste de los mantenimientos, que Kenneth estima después de este tiempo en unos 10.000 dólares. Añade la misma cifra en ayudas a recibir, que el California añade 2.500 dólares a los 7.500 del gobierno.
Kenneth apenas recargará su coche en casa, por eso no añade el coste de la electricidad. Como hemos comentado, dispone de supercargadores en su recorrido, a lo que añade un punto de recarga en su trabajo. Pero de hacerlo, una recarga completa le saldría unos 6 dólares, mientras que llenar el depósito de su anterior coche le costaba unos 80 dólares.
Con todos estos datos en la mano, Kenneth ha estimado que el ahorro sólo en carburantes después de estos 160.000 kilómetros será de 30.000 dólares respecto a su coche actual, un todocamino. Una cifra que nos hace pensar que Kenneth se mueve en un verdadero tragón, ya que el consumo medio de su coche actual nos sale en unos 18 litros cada 100 kilómetros.
Estas son las cuentas:
[preformated]30.000 dólares en carburante
10.000 dólares en mantenimiento
10.000 dólares en ayudas públicas
Total después de 160.000 kilómetros: 50.000 dólares[/preformated]
Al final vemos como incluso con un precio tan elevado, el Model S le permitirá ahorrarse dinero. Y eso que ha realizado una estimación a sólo 160.000 kilómetros, cuando la garantía del Model S de 85 kWh es de 8 años sin límite de kilómetros, por lo que si la autonomía lo permite y no abusa de los supercargadores, la vida útil debería ser mucho más larga que la de sus anteriores coches, y multiplicar el ahorro.
Pero la gran pregunta sin respuesta, es que valor residual tendrán ambos coches después de este tiempo. Un Model S 85, con 160.000 kilómetros, estamos seguros que mantendrá un valor bastante elevado. No hay más que ver el Tesla Roadster, que apenas ha perdido valor en la reventa. A todo esto podemos sumar una red de supercargadores que no para de crecer, y que compensarán la paulatina pérdida de autonomía.
Por otro lado y para terminar, dentro de tres o cuatro años, cuando tenga que cambiar el coche, Tesla ya tendrá su gigafábrica de baterías en marcha, y el precio del kWh habrá bajado de forma importante. Por lo que es de esperar que sustituir la actual batería por una nueva, tendrá un coste mucho menor que ahora.
Vía | Cecsb
