Se trata de una batalla que lleva ya un tiempo teniendo lugar. La principal asociación de concesionarios de los Estados Unidos se ha unido en la lucha contra el modelo de Tesla. Un sistema de venta directa, que no gusta nada a una industria anclada en viejos sistemas de negocio.
La pasada semana hemos vivido un nuevo e importante capítulo. Las autoridades del estado de Nueva Jersey han aprobado una normativa que impide a Tesla vender sus coches en sus tiendas. Para poder hacerlo, tendrían que acogerse al sistema de concesión. Una pequeña batalla ganada por la competencia, pero en una guerra que todos saben que no pueden ganar.
¿Y por qué no pueden ganar, a pesar de que disponen de grandes recursos y formas de presión en las más altas esferas?. La cuestión es que a largo plazo, todos los concesionarios tenderán hacia un modelo de negocio como el de Tesla. La razón es el bajo nivel de mantenimiento que tendrán los coches eléctricos, y que provocará que no sea necesaria una enorme infraestructura como la actual.
Los ingresos llegarán directamente al fabricante, y en forma de servicios telemáticos o actualizaciones. Servicios que se podrán realizar desde la distancia, quedando pequeñas modificaciones para las tiendas.
Pero mientras llega ese momento, los concesionarios tradicionales se resisten a su muerte, y luchan en los tribunales, al mismo tiempo que luchan por que los compradores opten por alternativas más económicas que los eléctricos.
Mientras tanto, con estas acciones los concesionarios están haciendo una enorme y gratuita campaña publicitaria a Tesla, que puede seguir vendiendo sus coches en Nueva Jersey. La única diferencia es que en las tiendas los empleados no pueden realizar el proceso de compra, y debe ser el cliente el que lo haga por internet.
Vía | Mashable
