China plantea rebajar los aranceles al coche eléctrico
El coche eléctrico es una de las piezas clave dentro de los planes para la reducción de emisiones contaminantes del gobierno chino. El principal problema es que la oferta por parte de los fabricantes locales es muy pequeña.
Esto se añade al problema que deben afrontar los fabricantes extranjeros. Estos deben pagar fuertes aranceles para poder vender sus coches en suelo chino. Para completar los problemas, estos tampoco pueden acceder a las ayudas a la compra, que si pueden disponer los que fabriquen en la propia China. Pero algo está cambiando, y el gobierno comunista prepara nuevas medidas para incentivar el mercado.
Una de estas medidas será la rebaja de los aranceles de entrada de los fabricantes foráneos. Esto les permitirá competir en mejores condiciones. Un ejemplo de la importancia de esta medida, la tenemos en el precio del Chevrolet Volt. El eléctrico americano cuesta en China 57.770 euros, por los 24.900 euros que cuesta en Estados Unidos…antes de ayudas.
La otra parte del plan sería la de abrir las ayudas también a los modelos fabricados fuera de China. Estos incentivos han tenido un presupuesto el pasado año de 30 millones de euros. Han permitido reducir el precio de los coches entre 4 y 7 mil euros. Unos fondos que en breve podrían abrirse también a modelos como el Tesla Model S y las propuestas de los alemanes.
Pero como era de esperar, los fabricantes locales se oponen a estas aperturas. Según estos, la competencia reduciría sus ventas, y tendría un impacto negativo en sus ingresos.
Pero precisamente este puede ser un punto a favor de fabricantes como Tesla, que compiten en un segmento donde los chinos no tienen productos. Es la baza que espera jugar Elon Musk para lograr dar el salte definitivo al que se ha convertido en el primer mercado mundial del automóvil, donde se espera que las ventas de eléctricos también crezcan de forma importante, y donde todos quieren pescar.
Vía | Ecns