«Todas nuestras patentes te pertenecen». Así se titula la entrada en el blog oficial de Tesla Motors donde Elon Musk, en primera persona, explica los motivos para la liberación de las patentes de Tesla Motors. ¿Es todo en pro del desarrollo de la movilidad eléctrica?
No queda del todo claro los términos de esta apertura al mercado, que un principio parece dejar total libertad a otros fabricantes para hacer uso de su tecnología. Tampoco esconde que esperan obtener más beneficios con dicha estrategia. Razones para ello tiene.
«Ayer había un muro de patentes de Tesla en el recibidor de nuestras oficinas centrales en Palo Alto. Ya no es así.» Ese muro ha caído, según presidente de Tesla Motors Elon Musk, en pro de un movimiento de código abierto, es decir, un mundo de progreso sin barreras legales o de derechos de propiedad, aunque no necesariamente desvinculado del beneficio propio.
Y es que, según se explica en la entrada del blog, la estrategia a seguir no es la que inicialmente pensaron, protegiendo con patentes sus desarrollos y nuevas tecnologías de los grandes lobbies automovilísticos, temiendo que estos les robasen sus ideas para después aplastarles gracias su mayor potencial de producción y marketing . Ese miedo ya no existe, porque no hay tal amenaza. Desde la última eclosión de vehículos eléctricos apenas se han formado grandes programas de desarrollo de vehículos eléctricos en las grandes compañías, y en el mejor de los casos no llega ni al 1% de las ventas de estos grandes fabricantes. 
La estrategia de Tesla se enfoca ahora en derrotar a su mayor enemigo, los vehículos con motores térmicos. El mercado automovilístico produce casi 100 millones de unidades al año y la flota global se acerca a los 1.000 millones de vehículos. Su objetivo es imponer el vehículo eléctrico sobre el de combustión para optar así a un pastel más grande.
El discurso tiene además un halo de responsabilidad. En su fundación Tesla Motors buscaba ser una alternativa a los transportes contaminantes y quería así para acelerar la llegada de un transporte más sostenible. El uso de patentes es «dejar detrás un campo lleno de minas de derechos de propiedad intelectual». A lo que añade que «para Tesla es imposible producir coches suficientemente rápido como para encarar la crisis de CO2 actual».
Pero en realidad no queda del todo claro los términos de tal decisión. La única frase al respecto postula que «Tesla no iniciará un proceso legal contra cualquiera que, de buena fe, quiera usar nuestra tecnología». De esta frase se puede entender que no renunciaran a sus patentes y que cualquiera puede usarlas si no pretende beneficiarse (¿económicamente?) de ellas. «De buena fe» puede referirse a pagando «religiosamente» una licencia o para generar nuevos desarrollos tecnológicos a partir de los existentes sin hacer uso de los primeros.
Sea como fuere, tal vez la estrategia de Musk no sea, o nunca fue, hacer de Tesla Motors su principal fuente de beneficios. El progreso de los vehículos eléctricos beneficia a dos de sus otras empresas, una que se dedica a la generación y otra que se dedica al almacenamiento de energía. Haciendo Solar City uso de las baterías de Tesla Motors ambas están fuertemente ligadas y la proliferación de los vehículos a baterías beneficia por lo tanto a estas dos lineas de negocios. No hay que olvidar que con el levantamiento de la Gigafábrica de baterías Tesla Motors será el primer fabricante a nivel mundial de la pieza principal de los coches eléctricos.
Fuente | Tesla Motors
