El pasado año con el lanzamiento del Renault ZOE, el fabricante francés intentó ponerlo a la venta sin el cable de recarga en enchufes convencionales. La idea era que la infraestructura de recarga pública creciese lo suficiente, como para no tener que utilizar el sistema menos eficiente.
El problema es que esa infraestructura apenas ha tenido desarrollo, y sólo algunas regiones del centro de Europa pueden presumir de una red mínimamente extensa, pero insuficiente para convencer al cliente. El principal problema era la poca cantidad de coches en la carretera, y los costes de estos puntos. Pero parece que algo está cambiando.
Como recordamos, gracias a un punto de 22 kW, podemos por ejemplo recargar la batería de un BMW i3 al 80% en apenas 30 minutos. A esto se suma un menor coste de instalación, un menor coste del término fijo de potencia necesaria para su alta, y un tamaño que resulta menos de la mitad que los puntos de 50 kW.
Durante la conferencia Plug-In 2014 celebrada en la localidad norteamericana de San José, BMW ha presentado un punto de recarga de corriente continua 24 kW que lograba un competitivo, 4.890 euros al cambio. Un coste muy lejos de las decenas de miles de euros que necesita un punto de recarga de 50 kW, y también lejos de los costes asociados a la infraestructura de recarga rápida.
Esta infraestructura ya está presente en los puntos BMW habilitados para la venta de los modelos eléctricos del fabricante alemán en Europa, y ha comenzado su despliegue en Estados Unidos. Esto puede servir de catalizador para lograr que los costes bajen todavía más, y otras empresas den el salto a la recarga acelerada a 22 kW. Un movimiento que sin duda daría un pequeño impulso a las ventas de eléctricos, muy necesitados de una red donde recargar las baterías.
Pero esto tendrá que llegar de la mano de otros protagonistas ya que desde BMW se ha comentado en dicha conferencia, que su negocio son los coches, no las recargas, y que han puesto puntos en sus concesionarios por la ausencia de lugares donde recargar fuera de los mismos. Pero los gestores de recarga y las empresas deben tomar el relevo, y dar un paso adelante para hacer más atractiva la compra de un coche eléctrico.
¿Es el momento de los puntos de recarga de 22 kW? Sin duda que si.
Vía | Bimmerpost
