Este año Rolls Royce espera alcanzar las 4.000 unidades vendidas de sus lujosas berlinas. Pero de estas, ninguna será eléctrica. Como recordamos, desde hace unos años, el fabricante británico lleva mostrando una versión totalmente eléctrica del Phantom.
Una variante que se había especulado como una posibilidad de cara a la futura gama, y como una solución para el problema de las emisiones contaminantes. Pero después de mucha publicidad, de mostrarlo en decenas de actos públicos, resulta que el cliente de Rolls Royce no está interesado en los eléctricos, lo que ha dado como resultado cero pedidos.
Esto significa que Rolls Royce no lanzará la versión eléctrica del Phatom. Esto a pesar del fuerte impulso que su propietario, BMW, está dando a su programa eléctrico. En su lugar, el fabricante radicado en Goodwood optará por una alternativa intermedia, los sistemas híbridos. De momento no se ha comentado la configuración, pero no sería extraño que BMW trasplantase directamente, o con algunas modificaciones, el sistema de propulsión del BMW i8.
Lo que está claro es que los plazos para reducir las cifras de emisiones son cada vez más cortos, a lo que hay que sumar unas legislaciones en las grandes capitales europeas cada vez más duras con los coches más contaminantes. En pocos años veremos como se extiende la prohibición de entrada a las zonas más sensibles a este tipo de vehículos. Algo que podría ser un problema para un fabricante que ha crecido por cuatro en los últimos cuatro años, y que ahora puede ver su ascensión frenada por culpa de las emisiones.
Vía | Autocar
