Mientras que el el resto de mercados el coche eléctrico lucha por alcanzar al menos un 1% de las ventas, Noruega ya puede presumir de unas cifras que aquí tardaremos décadas en alcanzar. Según las últimas estadísticas, uno de cada seis coches que se venden en este mercado es eléctrico.
Esto supone una cuota de mercado de nada menos que el 15%. Una cifra lograda además en un país con que no olvidemos es un importante productor de petróleo. Para lograrlo, Noruega ha puesto en marcha un ambicioso plan destinado a conseguir poner en la carretera 50.000 coches eléctricos para el 2018. Una cifra que todo hace pensar que se logrará mucho antes.
Por modelos, el Nissan LEAF mantiene su primera posición con 3.745 unidades hasta septiembre. Le siguen el Tesla Model S con 3.535 unidades, y el Volkswagen e-Up, con 2.344 unidades matriculadas. En total, hasta el pasado mes se han matriculado en Noruega nada menos que 15.402 coches eléctricos, una cifra que podemos comparar con las 10.980 que ha logrado Francia, un mercado inmensamente más grande que el noruego.
Entre los motivos de este éxito encontramos la exención de impuestos a los coches eléctricos. Un sistema mucho más efectivo que las ayudas directas, que evita al comprador desagradables sorpresas a la hora de ajustar cuentas con hacienda, además de engorrosos trámites a los concesionarios.
Pero los noruegos cuentan también con aparcamiento gratuito en las ciudades, recargas gratuitas en una de las redes más amplias del mundo, permiso para moverse por los carriles bus, transporte en los ferrys gratis..una batería de medidas que ha dado como resultado una explosión de ventas que no parece tener final, y que amenaza con convertir a los modelos con motor de combustión en un nicho de mercado a medio plazo.
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