No podemos evitarlo. Nos encantan las predicciones de los fabricantes, que nos adelantan como evolucionará un segmento tan dinámico como el de los coches eléctricos. La autonomía, junto con los precios, es la principal preocupación de los interesados en dar el salto. Un aspecto en el que se está trabajando a todo ritmo, y que casi todos coinciden en una fecha para su explosión, 2020.
El jefe de motores del grupo Volkswagen, el Dr Heinz-Jakob Neusser, ha afirmado que para finales de la década, los coches eléctricos será capaces de recorrer más de 500 kilómetros con una sola carga. Una tecnología que dominará el mercado, por delante de los híbridos enchufables, que serán un escalón intermedio, y también por delante de los modelos a hidrógeno.
Para el directivo de VW, las baterías sufrirán una evolución importante en un espacio relativamente corto de tiempo. Pone como ejemplo el salto sufrido por las baterías usadas en el prototipo del Volkswagen eléctrico, que en 2008 comenzó su programa de pruebas con baterías de una densidad energética de apenas 25-28 amperios hora (Ah) mientras que ahora monta celdas de 36-37Ah. Una evolución que no se detendrá aquí, ya que se está trabajando en baterías de permitirá alcanzar los 60Ah, casi el triple que cinco años.
Para el directivo de Volkswagen, la nueva generación llegará de la mano de una nueva química, que además de mejores autonomías, tendrá también su impacto en una vida útil de las baterías más larga. Algo que estima sucederá a finales de la década, que augura supondrá un boom para el coche eléctrico a nivel mundial gracias a autonomías que podrán llegar a superar los 500 o 600 kilómetros con cada carga.
Por supuesto, mayores capacidades podrán representar también un mayor esfuerzo para la red eléctrica. Los usuarios cada vez demandarán más potencia para poder recuperar la autonomía de sus vehículos en un tiempo lo más corto posible. Algo que se verá sobre todo en la recarga pública, que deberá mejorar de forma masiva los apenas 3.6 kW que tienen la mayor parte de estos puntos, y llegar hasta potencia de 50, 80 o hasta 90 kW para satisfacer las necesidades de los usuarios.
Queda por saber si los fabricantes además de centrarse en la autonomía, también se esforzarán por bajar unos precios que de momento es la principal barrera para la llegada del coche eléctrico al mercado.
Vía | Motoring
