Hace unas semanas hemos visto como Tesla revolucionaba de nuevo el mundo de la automoción con una presentación. Esta nos descubría la versión con tracción a las cuatro ruedas de la berlina eléctrica. El Model D.
Esta tracción total se lograba gracias a la inclusión de un segundo motor en el eje delantero. Un motor eléctrico de 221 caballos, que convierte a la versión más potente en la berlina más rápida en el 0 a 100km/h del mundo. Pero después de ver todos los detalles del Model S D, nos hace preguntarnos si este nuevo motor será el elegido para impulsar al futuro modelo económico, el Model III. Varias son las razones para pensar que si.
La primera es que Tesla pretende lanzar un coche lo más asequible posible, unos 30.000 dólares, suponemos que después de descontar las ayudas públicas. La mejor forma de lograr esto es compartiendo piezas con sus hermanos mayores. Una sinergia donde el motor eléctrico frontal del Model S, podría pasar a ser el principal del Model III.
La segunda es que 221 caballos parece una potencia más que suficiente para la versión de acceso del modelo económico. Sería extraño que Tesla lanzase un competidor contra los Nissan LEAF y compañía con 300 o más caballos de potencia. Por supuesto, es de esperar que entre la oferta de motorizaciones aparezca una versión más potente, e incluso una dotada de dos motores y tracción total.
La tercera razón para esta potencia podría estar en las baterías. Un ejemplo práctico nos lo proporciona uno de los clientes más activos en la red que tiene Tesla. El noruego Bjorn Nyland. Este es dueño de una versión P85 del Model S, la más potente. El problema es que sólo logra sacar el máximo rendimiento de sus 422 caballos cuando el nivel de la batería está por encima del 70%. Cuando baja de esa marca, la potencia también baja, y pasa a contar con «sólo» 306 caballos.
Si Tesla quiere alcanzar los prometidos 320 kilómetros de autonomía y un precio de 30.000 dólares, tendrá que lograr que la batería sea lo más pequeña posible. Como recordamos, la extinta versión con batería de 40 kWh del Model S contaba con una autonomía bajo el ciclo EPA de 257 kilómetros. Si tenemos en cuenta la diferencia de tamaño y peso, podemos pensar que el Model III montará este mismo pack (con las nuevas celdas de Panasonic) que le deberían permitir alcanzar los prometidos 320 kilómetros siempre y cuando la potencia del motor no se desmadre.
Si con la batería de 85kWh el margen para lograr la máxima potencia es pequeño, con una batería de 40 kWh, el margen es menor. Por eso que además de por precio y autonomía, la potencia del Model III podría no superar los 221 caballos.
Pero esto son sólo especulaciones, la respuesta tendrá que esperar. Por lo menos hasta el salón del automóvil de Detroit, que se celebrará el próximo mes de enero en la capital de motor norteamericana. Un evento donde verá la luz el modelo más económico de Tesla, que desembarcará a nivel comercial a lo largo del 2017.
