En enero del 2013 el Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE) ha puesto en marcha un interesante programa destinado a aumentar el número de puntos de recarga en el lugar de trabajo.
Con esta medida, el organismo norteamericano pretende mejorar la percepción de los clientes en el coche eléctrico, algo que según los primeros datos recogidos se ha logrado.
En la actualidad hay 150 empresas que se han unido a este programa. Unas empresas que han doblado el número de puntos de recarga en apenas un año, llegando hasta las 4.000 en 2014. Esto ha facilitado un espacio donde más de 600.000 empleados pueden recargar las baterías de sus vehículos cada día.
El resultado es que los trabajadores de estas empresas tienen un nivel de uso del coche eléctrico muy superior a los de otras empresas. Uno de cada 73 empleados conduce un eléctrico, una cifra que podemos comparar con el uno de cada 1.400 que tienen las empresas sin puntos de recarga en sus instalaciones. Una diferencia 20 veces menor.
Otro de los resultados de esta iniciativa es el ahorro en combustible que estos usuarios han aportado. Los 6.7 millones de kWh usados este año ha permitido lograr el ahorro de algo más de 3 millones de litros de gasolina que han sido sustituidos por electricidad. Un ahorro logrado gracias a un intenso uso de la infraestructura, que ha logrado una ocupación del 90% en días laborables y que a nivel de emisiones, ha evitado que 2.4 millones de toneladas de CO2 hayan llegado a la atmosfera.
Por lo tanto, una medida voluntaria para las empresas, pero que está logrando muy buenos resultados como catalizador de una transición hacia el coche eléctrico, que como vemos, necesita una estrategia variada no centrada sólo en el plano económico o fiscal.
Vía | Greencarreports
