El otro día nos hemos despertado con la noticia de que la próxima primavera veremos como llega la nueva versión del Renault ZOE. Una nueva generación que contará con pequeños pero muy importantes cambios de los cuales ya conocemos más detalles.
Como recordamos lo más importante es que Continental dejará de suministrar el equipo de motor y el cargador Camaleón. Estos serán fabricados por la propia Renault en su planta de Cléon. El motor mantendrá su potencia de 65 kW, mientras que verá reducido su tamaño en torno al 10%. Esto unido a una batería que revisará ligeramente su química, permitirá al ZOE disfrutar de una ganancia de autonomía estimada en unos 30 kilómetros con cada carga.
El cambio de cargador también tendrá un significado especial. Renault abandona el ambicioso sistema de recarga Camaleón. Un cargador muy especial, capaz de proporcionar recargas desde 1.4 kW, hasta 43 kW, pasando por los 22 kW. Pero ya se sabe que el que mucho abarca, poco aprieta. El problema del Camaleón es que cuanta más baja era la potencia, menor era la eficiencia del proceso de carga.
Si a esto añadimos que la mayor parte de las recargas de los usuarios se realizan entre 3 y 11 kW, y que la red de puntos de recarga de 22 kW apenas ha tenido protagonismo, el resultado era una apuesta fallida a la hora de su aplicación en el mundo real. Aparte quedan los problemas de algunos usuarios a la hora de recargar sus vehículos según que tipo de enchufe contaban. Un halo que ha restado muchas ventas al ZOE.
El resumen es que el nuevo Renault ZOE, que será presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra el próximo marzo, perderá la característica de recarga rápida a 43 kW. A cambio ganará en flexibilidad y eficiencia en las recargas de menor potencia. Algo que agradecerán muchos usuarios que tendrán como potencia máxima 22 kW, suficientes para una recarga completa en apenas una hora.
¿Acertará Renault? Pues mucho nos tememos que a pesar de ser un mal necesario, la realidad es que caminamos irremediablemente hacia la segunda generación de baterías, donde veremos cada vez packs de mayor capacidad. La tendencia nos marca aun camino de incremento paulatino de las potencias de recarga rápida, que inició Tesla, y que seguirán otros constructores como BMW y el resto de usuarios del sistema CCS Combo capaz de recargas por encima de los 100 kW, y con un futuro donde llegarán a los 350 kW.
Parece extraño que en este escenario Renault evolucione con un coche que en la práctica no tendrá recarga rápida. Ahora queda saber si este nuevo modelo sustituye completamente al actual, y si los precios sufren una subida o una bajada.
