La autopista eléctrica Oregon-Washington. Un ejemplo perfecto de que el huevo debe ser antes que la gallina
La autopista eléctrica Oregón-Washintong es un ambicioso proyecto destinado a crear una ruta de puntos de recarga rápida que atraviese de forma vertical los dos estados norteamericanos.
Abierta en 2011, a principios de 2014 se instaló el último punto de recarga que permite a los usuarios de coches eléctricos poder moverse con cierta facilidad incluso en desplazamientos moderadamente largos. Separadas entre si cada 50 o 80 kilómetros, esta densa red se ha convertido en un ejemplo perfecto de que la infraestructura debe anteceder a los coches.
Como hemos escuchado muchas veces, sin coches no hay puntos. La cuestión es que sin puntos no hay coches, o al menos sus ventas son mucho más débiles. En el caso de Oregón y Washintong, estos estados acumulan el 9% de los puntos de recarga de todo Estados Unidos, mientras que a nivel de ventas sólo cuentan con el 3% en su conjunto.
Pero poco a poco la tendencia está cambiando. Entre marzo de 2012 y abril de 2014 esta red de puntos de recarga rápida ha contabilizado un total de 36.439 sesiones.
Una cifra que se esperan duplicar para este 2015 donde se espera que las ventas de coches eléctricos sufran un fuerte impulso en esta zona de la mano de una oferta de coches y de infraestructura de recarga rápida que hace la adquisición cada vez más interesante para más gente.
Esto nos demuestra que si queremos coches eléctricos, debemos antes instalar los puntos de recarga, no al revés.