Estados Unidos como el resto del mundo está viviendo una bajada de los precios de los carburantes realmente importante.
Un estudio realizado por la división norteamericana de Schneider Electric, estima que en 2015 los norteamericanos podrán ahorrarse un mínimo de 80.000 millones de dólares gracias a la caída del precio del petróleo. Una cifra estimada cuando las gasolinas todavía no han tocado fondo en sus precios y que tiene en cuenta sólo el gasto de los conductores de turismos.
Este ahorro supone una media de nada menos que 700 dólares por familia. Una cifra realmente considerable que nos lleva a pensar hasta donde llegaría ese ahorro de contar con un parque móvil eléctrico. Las cifras podrían ser astronómicas.
El cálculo ha tenido en cuenta una bajada desde los 3.32 dólares el galón, unos 87 céntimos de dólar el litro, a los 2.60 dólares el galón que costaba en el momento de hacer el informe, unos 68 céntimos de dólar el litro. Esto significa que una bajada de 19 céntimos de dólar supondrán un ahorro de 80.000 millones de dólares.
¿Y si cambiamos todos los coches por eléctricos?
Evidentemente ahora mismo sería imposible cambiar el 100% de los vehículos con motor de combustión por eléctricos, pero vamos a realizar un cálculo aproximado, aunque igualmente imposible, de cual sería el ahorro en caso de dar el salto a vehículos eléctricos.
Un modelo como el Nissan LEAF tiene un consumo medio equivalente de 2.06 litros cada 100 kilómetros ciclo EPA (114 millas por galón). Por su parte el consumo medio de los modelos con motor de combustión en Estados Unidos según la misma Agencia de Protección Medio Ambiental ha sido en 2014 de 9.45 litros cada 100 kilómetros (24.8 millas por galón).
Haciendo una regla de tres si la rebaja de 19 céntimos de dólar permitirá un ahorro de 80.000 millones de dólares, la reducción desde los 9.45 litros a los 2.06 litros, con un precio de 68 céntimos el litro, debería permitir un ahorro de unos 213.000 millones de dólares cada año.
Esto tendría un impacto directo en la economía familiar, donde el gasto anual pasaría de una media de 3.400 dólares a apenas 730 dólares. Un 78.5% menos. Eso sin contar los miles de propietarios que cada año dan el salto a una movilidad totalmente sostenible, instalando paneles solares en sus viviendas y reduciendo el coste operativo de su coche a la mínima expresión.
Cifras realmente importantes que nos dan una idea de que el coche eléctrico es mucho más que un medio de transporte más sostenible. Es una herramienta que nos permitirá aumentar los niveles de riqueza de nuestros países. Unos recursos que ahora estamos enviando de forma masiva a los productores de petróleo.
Vía | Autoblog
