Una de las razones por las que el gobierno holandés explica su fuerte apoyo a la movilidad eléctrica, es principalmente por cuestiones económicas. Un tipo de movilidad que generará importante beneficios para la economía holandesa, tanto por la reducción en la importación de petróleo, como por la creación de una nueva industria.
Una de las preocupaciones de los menos entusiastas con el coche eléctrico, es que su menor mantenimiento y su mayor eficiencia supondrá una reducción importante en cuanto a la recaudación en forma de impuestos comparado con lo que produce un coche diésel o gasolina.
Pero un informe realizado por el organismo holandés CE Delft pone sobre la mesa el potencial de creación de empleo que trae consigo el coche eléctrico y toda la industria que le rodea.
Entre las nuevas economías se destacan aspectos como la conversión de vehículos con motor de combustión en eléctricos, las tecnologías y componentes de la transmisión, el desarrollo de tecnologías de gestión de la batería, los sistemas de información. También supondrá la creación de empleos la creación de plataformas para el pago de servicios, como el uso de puntos de recarga.
Pero sin duda el más importante, y que permitirá crear una mayor cantidad de puestos de trabajo, será el sector de la instalación y mantenimiento de las redes de recarga, así como la creación de sistemas conocidos como «smart city» que permiten optimizar los recursos disponibles en las ciudades y mejorar la gestión de elementos como el tráfico.
En total se espera que la ocupación en el sector de la movilidad sostenible en Holanda pase de los apenas 1.300 puestos que se estimaban en 2013, a los 10.150 empleos que de media se esperan crear para 2020. Empleos que además se destaca, serán de un nivel salarial medio-alto.
A estos podemos añadir el impulso que el coche eléctrico dará a otros sectores, como el de las energías renovables, así como beneficios más difíciles de cuantificar provocada por la reducción de las emisiones en las ciudades. Un pequeño ejemplo del potencial que supone la adopción del coche eléctrico, y una explicación de por qué los gobiernos deben apoyar con seriedad su rápida adopción.
Fuente | CE
