Tenemos mucho que aprender de los franceses en cuanto a su implicación con la movilidad eléctrica. Cuentan con un programa de ayudas públicas a la compra de coches eléctricos, con una renovación anual, y que además premia con hasta 10.000 euros a los que se cambien de un diésel a un eléctrico.
Pero no sólo de ayudas vive el sector. El despliegue de una red de puntos de recarga es también imprescindible para lograr que la adopción de esta tecnología sea lo más rápida posible. Algo para lo que el gobierno de Francia ha puesto sobre la mesa importantes fondos, que las regiones y ayuntamientos han usado para instalar puntos de recarga.
A finales de marzo en total había censados 9.064 puntos de recarga públicos. La intensidad del despliegue varía de unas regiones a otras, con zonas especialmente involucradas como la región de París (o Isla de Francia) Ródano, o Gironda.
Las comunidades se están poniendo manos a la obra, y desde 2013 36 territorios han presentado solicitudes de asistencia y financiamiento de proyectos terminales con ADEME (dispositivo PIA). Se espera que este proyecto permita la instalación de cerca de 12.000 puntos de recarga en más de 3.000 municipios. Como ejemplo la región de la Venda, donde se han instalado nada menos que 112 puntos de recarga en 56 estaciones.
Otra muestra más de como se deben hacer las cosas, y en un país que no está demasiado lejos de nosotros, ni mucho menos.
Fuente | AVERE
