Francia prepara nuevas medidas para seguir acelerando la implantación de vehículos eléctricos
Junto con Noruega, Francia está logrando convertirse en uno de los focos de ventas de coches eléctricos. Un éxito donde las políticas del gobierno galo tienen mucho que ver, provocando que las ventas se hayan multiplicado en el último año.
Aspectos como una ayuda a la compra que llega a los 10.000 euros, se complementan con un importante despliegue de puntos de recarga. Pero esto es sólo el principio, y desde la administración se quiere apuntalar el crecimiento con un plan a medio y largo plazo.
Autobuses eléctricos
Los autobuses serán unos de los protagonistas de los próximos años. El pasado 21 de mayo de aprobó en el Parlamento francés una nueva normativa que indica las líneas que las administraciones deberán seguir para transformar sus flotas en eléctricas.
Según esta normativa las flotas gestionadas directa o indirectamente por el Estado y sus instituciones públicas, las comunidades y sus agrupaciones, deberán estar equipadas con al menos un 50% de los vehículos de bajas emisiones a partir de 2020, que deberán llegar a un 100% a partir de 2025.
El plazo según explican desde el gobierno, está marcado principalmente por la duración de los acuerdos firmados con las empresas que prestan los servicios. Además de proporciona un plazo lo suficientemente amplio para que estas empresas puedan transformar sus flotas de una forma progresiva.
Incentivos en las autopistas
Otra medida pensada para incentivar las ventas de coches será la reducción de precios de los peajes de las autopistas. De esta forma los vehículos de bajas emisiones podrán circular por estas vías pagando un precio mucho más bajo del normal. Un descuento que todavía está en fase de negociación con las concesionarias.
Zonas de exclusión
Francia cuenta en estos momentos con 36 zonas donde tienen prohibido o limitado el paso de vehículos mediante el Plan Para la Protección de la Atmósfera. Unas zonas en las que con esta modificación podrán acceder los vehículos eléctricos.
De esta forma se quiere además de proteger zonas especialmente sensibles, animar a los profesionales a que den el salto a sistemas de propulsión más sostenibles, ya sea mediante furgonetas eléctricas, como incluso los cada vez más extendidos sistemas de reparto de última milla, con vehículos como bicicletas.
Vía | AVERE