¿Permitirías que tu compañía eléctrica gestionase la recarga de tu coche eléctrico?
Hoy en día la recarga del coche eléctrico tiene un impacto testimonial en nuestra red eléctrica. Cuando alguien pone a cargar su coche eléctrico, la red lo ve como una carga más, un electrodoméstico más. No influye la hora en que se conecta ni prácticamente la potencia a la que se carga. Aún no hay suficientes coches para que la red se desestabilice como consecuencia de sus recargas.
Pero claro, eso no será así para siempre. Los coches eléctricos han llegado (esta vez si) para quedarse. Y cuando empecemos a llegar a cifras de varios millones de coches conectados a la red eléctrica, será absolutamente necesaria un gestión de la recarga. Teniendo en cuenta que en España hay alrededor de 30 millones de coches, hablar de algunos millones de coches eléctricos en nuestro país no parece ninguna locura.
En los siguientes gráficos podéis comprobar el impacto de la recarga del vehículo eléctrico en la demanda eléctrica de la red española, gracias al Simulador de recarga del vehículo eléctrico de REE (Red Eléctrica Española). Se ha simulado para una red con casi 3,5 millones de coches eléctricos. Se simulan dos casos extremos, el primero sin gestión de la recarga y el segundo en el que todos los coches tienen gestión inteligente.
Como podéis comprobar, en este primer caso, debido a la ausencia de gestión de la recarga, se genera un pico importante de demanda de mitad de la tarde hacia adelante. Esto equivaldría a la necesidad de poner en marcha centrales de carbón o de ciclo combinado para poder abastecer ese pico, repercutiendo también en el precio de la electricidad en el mercado mayorista. No es un escenario lógico y no es óptimo ni para la red ni para el consumidor.
En este segundo gráfico, la recarga inteligente se encarga de adecuar la recarga del coche eléctrico al periodo de menor demanda y donde normalmente la energía es más barata. Esto equivaldría a un mayor aprovecho de energía renovable (por ejemplo cuando hay mucho viento de noche) y los precios del mercado no se verían tan afectados.
Parece lógico que los encargados de la gestión de la recarga sean las compañías eléctricas y los gestores de carga. Ellos son los que comercializan la luz, por lo que también serán los que la gestionen. ¿Pero cuánto estamos dispuesto a ceder los usuarios? ¿A cambio de qué? Ya existen algunos proyectos pioneros en el mundo, como el de Pacific Gas and Electric y BMW con el i3.
¿Permitirías que tu compañía eléctrica gestionase la recarga de tu coche eléctrico?
Dar respuesta a estas preguntas es una tarea muy complicada. Lógicamente, el cliente no va a dejar que la empresa comercializadora de electricidad se beneficie de la gestión de la recarga de su vehículo sin recibir nada a cambio. Pero lo difícil será llegar a un acuerdo atractivo para ambas partes.
Entre las diferentes posibilidades está que la compañía eléctrica pueda detener o poner en marcha la recarga, o incluso bajar la potencia en determinados momentos. Claro está que habría que respetar unos mínimos de autonomía que se habrían acordado previamente. No puede ser que te levantes para ir a trabajar y tu coche no tenga carga. A cambio la compañía podría ofrecer una rebaja en la cuota mensual, o cualquier otro servicio, que dependiendo del cliente podría resultar atractivo.
Otra de las posibilidades lo ofrece el sistema V2G (vehicle to grid). La compañía eléctrica podría tener un 5% o un 10% de la capacidad de la batería para gestionar a su antojo. No es un porcentaje que afecte demasiado a el usuario (y menos en los coches eléctricos de dentro de unos años con las nuevas generaciones de baterías) pero que la compañía podría utilizar para abastecer los picos de demanda. Supongamos que una compañía dispone de 2 kWh en 100.000 vehículos. Estaríamos hablando de 200 MWh de energía disponibles para abastecer picos de demanda de manera instantánea o para almacenar energía procedente de renovables. De nuevo habría que ver qué recibe el cliente a cambio.
Otra posibilidad pasa por el autoconsumo. Si nos aislamos de la red eléctrica, podremos tener un precio de la electricidad estable durante toda la vida útil de nuestra instalación, ajena a picos de consumo y precios variables. Además podremos utilizar la batería de nuestro vehículo como respaldo de nuestra instalación, evitando así el sobrecoste que supone sobredimensionar la capacidad de las baterías.
Si por el contrario optamos por continuar conectados a la red eléctrica, habrá que esperar a que haya una legislación sobre el balance neto, algo que permitiría igualar el consumo de nuestro coche con la energía vertida a la red. O eso, o con la legislación actual, solo nos queda la opción de recargar nuestro vehículo a la vez que generamos la electricidad, adecuando generación y recarga en el mismo momento.
El caso es que la gestión de la recarga del coche eléctrico será algo que genere mucha polémica, pero beneficioso para nuestro sistema eléctrico. La energía eléctrica es difícil de gestionar, y más cuando hablamos de millones de consumidores. Es por eso que debemos tratar de hacer la gestión más eficiente posible, perjudicando lo mínimo al consumidor.
Y vosotros, ¿Permitiríais que vuestra compañía eléctrica gestionase la recarga de vuestro coche eléctrico? ¿A cambio de qué?
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Fuente gráficos | Simulador de recarga del vehículo eléctrico (REE)