El precio del petróleo está a niveles muy bajos. Y eso, lógicamente afecta a los precios de la gasolina y el diésel. Hoy, en algunas gasolineras de España es posible repostar diésel a precios inferiores a un euro, algo impensable hace relativamente poco. Se habla de una estrategia de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) para terminar con el fracking, una técnica que tiene en entredicho su rentabilidad por culpa de estos bajos precios.
Pero a nosotros lo que nos importa lo siguiente: ¿El precio de la gasolina puede afectar a la venta de coches eléctricos?
A los coches eléctricos Premium, como puede ser el Tesla Model S, no es probable que le afecte, ya que parece difícil imaginar que alguien que compra un coche de 100.000 euros esté preocupado por los precios del combustible. Aunque luego se ha comprobado que los compradores de Model S no son siempre gente adinerada.
El problema viene cuando hablamos de los coches eléctricos más asequibles. Un usuario que esté pensando en comprarse un ZOE o un LEAF, si puede ver su rentabilidad afectada debido al bajo precio de la gasolina. Quizá en España sea más difícil, debido a la gran diferencia de precio entre la electricidad y la gasolina, pero en Estados Unidos afectará en mayor medida.
¿Podría pasar que unas ventas masivas de coches eléctricos hiciesen disminuir el precio de la gasolina? Con la llegada de nuevos avances en baterías, los coches eléctricos podrían convertirse en un rival imbatible para los de combustión. Debido a un gran descenso en el consumo, las petroleras podrían verse obligadas a disminuir sus precios, para tratar de minar el ascenso de los eléctricos.
Se acercan unos años en los que veremos cambiar el mundo de la movilidad de forma importante. Tiempo al tiempo.
Fuente | EvObsession
