Si nada lo impide, el próximo año comenzará sus operaciones la gigafábrica de baterías de Tesla. Una mega instalación dedicada a la fabricación de acumuladores a gran escala que promete bajar los precios de fabricación de forma importante en los próximos años.
Pero la gran pregunta es ¿hasta donde llegarán los precios a medio plazo? Sabemos que estudios de la propia Tesla indican que ya desde sus inicios (2017-2018) la gigafábrica puede reducir los costes a Tesla y Panasonic en torno al 30% desde los 250 dólares que se estima les cuesta en estos momentos. Pero eso sería sólo el principio.
Según un estudio del analista de mercados Dan Dolev, asegura que sus analistas indican que si Tesla realiza algunos cambios en la química de sus baterías, por ejemplo optando por unas celdas donde el cátodo esté formado por níquel, manganeso y cobalto (NMC) en lugar de las NCA actuales, doblando el porcentaje de silicio en el ánodo de grafeno, además de reemplazando el electrolito líquido por un gel que elimine la necesidad de utilizar un separador, el precio de producción bajaría hasta una cifra cercana a los 88 dólares el kWh.
El resultado serán según el analista, unas baterías más eficientes, a las que se sumaría un proceso de fabricación mucho más rápido y eficiente que daría como resultado una robusta economía de escala. Esto podría tener como resultado una caída del coste de fabricación de un 70%, dejando el precio del kWh en origen en apenas 38 dólares.
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La revolución de las baterías podría estar en la fabricación y no en la química [/blocktext]
Por supuesto después hay que meter esas celdas en una batería, añadirle toda la electrónica asociada, y demás procedimientos de ensamblado que elevan el coste final del kWh hasta una cifra cercana a la que dentro de la industria consideran clave para lograr que el coche eléctrico sea competitivo, 100 dólares el kWh.
La pregunta es el cuando. No puede demorar demasiado Tesla la evolución del desarrollo de la gigafábrica ya que no olvidemos que en marzo del próximo año presentan el Model III, con un lanzamiento en una fecha sin determinar de 2017. Si la gigafábrica no logra producir en fecha, y en las cantidades necesarias, el retraso del modelo económico podría ser un desastre para el fabricante norteamericano que se lanzará a un segmento donde la competencia es mucho mayor que su actual escenario.
Y es que con un coste de 100 dólares el kWh, la batería del Model III, que se estima será de 60 kWh, le costará a Tesla apenas 6.000 dólares. Un precio muy ajustado que permitirá lanzar un model III con un precio de 35.000 dólares antes de ayudas. En cambio si no baja de 150 dólares, se irá hasta los 9.000 dólares, y si no logra pasar de los 200 dólares, hablamos de 12.000 dólares sólo producir la batería.
Vía | Teslarati
