El futuro de los coches eléctricos en China es brillante, justo lo contrario que el cielo de su capital. El gobierno chino está cada vez más convencido de luchar contra la contaminación, que se ha convertido en uno de los mayores problemas del país y está afectando fuertemente a la población durante las últimas semanas.
El coche eléctrico es una gran oportunidad para disminuir la contaminación del centro de las ciudades. Pero la llegada del coche de cero emisiones no depende solo de la voluntad política. También depende de otros factores como la producción de baterías, y de que la oferta sea capaz de satisfacer a la demanda.
China se está posicionando como un un gran fabricante y comprador de coches eléctricos. Hace poco os contábamos que el gigante asiático fabrica y vende unos 35.000 coches eléctricos al mes. Se espera que las ventas este año puedan estar cerca de las 300.000 unidades. Unas cifras que apuntan a que China se convertirá el en primer mercado para el coche eléctrico.
Ante el horizonte que se avecina, los fabricantes locales de baterías están expandiendo agresivamente sus capacidades de producción. De esta manera quieren evitar en la medida de posible el cuello de botella, que no permita producir suficientes coches eléctricos por la falta de baterías.
Los fabricantes de baterías locales están expandiendo fuertemente sus capacidades de producción. Varios analistas aseguran que para finales de la década la demanda de baterías para vehículos eléctricos será de 99 GWh, mientras hoy es de 14 GWh. En esa subida, China tiene un gran protagonismo. Las empresas tienen que ser capaces de abastecer esa demanda de baterías,. En caso contrario, habrá un problema grave.
El coche eléctrico se está erigiendo como una de las soluciones a los problemas de contaminación allí donde son más graves. China es un caso excepcional, ya que la contaminación está ahogando literalmente a la población. Pero nosotros, también lo tenemos cerca, sino preguntádselo a los habitantes de Madrid o Gijón.
