Casi siempre desde la fase prototipo al modelo de calle, los coche suelen perder por el camino una buen aparte de su atractivo. La tijera de los ingenieros provoca que muchos elementos sean descartados por cuestiones técnicas, o de presupuesto. Pero esto al parecer no le sucederá al Porsche Mission E.
Al menos es lo que se desprende de las declaraciones del jefe de Porsche, Oliver Blume. Durante el Salón de Ginebra el directivo del fabricante alemán ha confirmado que la versión de calle del Mission E, mantendrá casi en su totalidad los elementos de diseño externos que hemos visto en el prototipo.
Uno de los aspectos más controvertidos es el sistema de apertura de las puertas. Un sistema donde las traseras se abren hacia atrás, siguiendo el estilo del BMW i3. Algo que parece podría ser uno de los pocos elementos que no pasen el corte a la hora de llegar a producción. De todas formas el propio directivo de Porsche indica que los ingenieros tienen algo en mente muy parecido a este, pero más viable.
Lo que parece no tendrá cambios será su sistema de propulsión. Como recordamos el Porsche Mission E Concept tiene una autonomía de 500 kilómetros con cada carga. Será capaz de hacer el 0-100 km/h en una marca inferior a los 3 segundos gracias a los 608 CV que proporcionan sus dos motores eléctricos. El 0-200 km/h se queda en un tiempo inferior a los 12 segundos. Unas prestaciones dignas de un superdeportivo.
La recarga por su parte vendrá de la mano de un cargador de 150 kW, que le permitirá recuperar el 80% de la capacidad de la batería en 15 minutos, lo que añadirá unos 400 kilómetros de autonomía extra en ese breve periodo de tiempo.
Faltan por conocer aspectos como el precio, y la producción estimada. Un modelo que como recordamos, llegará al mercado a finales de la década.
Vía | Top Gear
