Durante el último año la policía de la ciudad norteamericana de Los Ángeles ha estado probando en sus calles una unidad del Tesla Model S, al mismo tiempo que otros modelos eléctricos, como el BMW i3.
La conclusión de esta prueba ha sido que los modelos 100% eléctricos no están listos para este trabajo en la ciudad. Según el representante del cuerpo de policía, el principal problema que se han encontrado ha sido la poca disponibilidad de puntos de recarga, y el elevado precio del vehículo.
Sobre el coste, el representante de la policía ha indicado que los 100.000 dólares que costaba la unidad probada chocaban con los 30.000 dólares que cuesta un modelo con motor de combustión similar. Una diferencia muy difícil de recuperar mediante los costes operativos.
Evidentemente, olvida el emisario policial que el Model S arranca desde unos precios más accesibles, y no es necesario acceder a la unidad más potente para tener un coche perfectamente capaz para cualquier situación. La versión 70D cuenta con 332 CV de potencia eléctrica y parte desde los 76.500 dólares, mientras que la 90D llega a los 422 CV y cuesta 89.500 dólares. Precios antes de ayudas, y también del coste de adaptar el coche a las necesidades policiales.
La otra cuestión que se esgrime para desechar de momento los eléctricos es la infraestructura de recarga. Para la policía, la principal preocupación es la respuesta que podrían dar en caso de un desastre natural que limite el funcionamiento de los puntos de recarga.
Una situación extrema, pero que también se puede solucionar gracias a los cada vez más económicos sistemas de recarga dotados de almacenamiento. Unas baterías que permitirían a los coches de la policía poder seguir trabajando incluso cuando se vaya la luz. Además de esto, recordar que la zona de Los Ángeles cuenta con hasta cinco estaciones de supercargadores.
Unos coches para la policía que además no tienen que estar todos destinados a labores de persecución, pudiendo comenzar su expansión en labores como la vigilancia, el transporte de empleados y para labores administrativas. Tareas donde los coches actuales deberían cumplir con creces.
Pero a pesar de todo, los representantes de la policía de Los Ángeles son optimistas con el futuro a corto plazo de la tecnología. Estiman que los coches eléctricos vivirán un fuerte desarrollo en los próximos 3 o 5 años. La autonomía crecerá, habrá más oferta, mejores precios, habrá más puntos de recarga, y la red eléctrica será más robusta. Factores que según la policía de la ciudad californiana, ayudarán a la transición hacía los coches eléctricos.
Vía | Engadget
