La importancia del Model 3 para Tesla es capital. Será el proyecto clave en los próximos cinco años que permitirá aumentar de forma importante el flujo de ingresos, así como servir para acelerar la expansión de la marca por todo el mundo. Un modelo que según el propio Elon Musk, producirá unos 18.000 millones de euros cada año.
Es por eso que cualquier detalle de su producción se mira con lupa y se cuida al milímetro. Según parece, Tesla quiere adelantarse a cualquier imprevisto, y es por eso que en los últimos meses ha encargado suficientes piezas como para ensamblar una flota de 300 unidades. Unas piezas que no significa que Tesla contará con 300 modelos de pre-producción en la calle, pero si que contará con unos cuantos más de los disponibles hasta ahora.
Y es que el tiempo corre, y parece que de momento a favor de Tesla. El diseño del Model 3 estaría prácticamente rematado, y eso permitiría aumentar el número de prototipos que ahora mismo sólo forman dos unidades, la gris plata y la negra mate. A estas dos podemos añadir la espectacular unidad roja mostrada en la inauguración de la gigafábrica de baterías, pero que sólo era un cuerpo. No contaba con sistema de propulsión ni batería.
Una flota de modelos de pre-producción además permitirá a Tesla mostrar en vivo y en directo las características del coche antes de su llegada al mercado. Sin duda la mejor forma de vender un modelo que hasta ahora se ha vendido sólo, pero que una vez en la calle posiblemente dispare el interés de los usuario.
Para atender esta demanda, Tesla ya afronta fuertes inversiones en su fábrica de Fremont. Se estima que serán necesarios un total de 1.300 millones de dólares para adecuar las instalaciones y las líneas de montaje para el Model 3 y sus nuevos objetivos de ventas que contemplan 200.000 unidades ya para 2017, y nada menos que 500.000 unidades para 2018.
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Vía | Electrek
