Durante el Salón del Automóvil de París, la Ministra de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía de Francia, Ségolène Royal, ha presentado un ambicioso plan que pretende dar un impulso definitivo a las redes de recarga para coches eléctricos.
Un plan que ha denominado «Transición Energética» que tiene como objetivo alcanzar la implantación de 1 millón de puntos de recarga en los próximos 3 años. Una forma de incentivar la compra de coches eléctricos, y que se sumará a las iniciativas ya en marcha, como las ayudas directas que en Francia llegan a los 10.000 euros cuando se entrega un coche diésel con más de 10 años.
Este proyecto contempla la instalación de 900.000 puntos de recarga en recintos privados, y 100.000 accesibles al público. Una cifra que podemos comparar con las 10.000 estaciones públicas que se estima hay a día de hoy en Francia.
Para lograrlo el estado pondrá sobre la mesa una importante cantidad de dinero. Hasta ahora el gobierno estaba ofreciendo una ayuda que permitía subvencionar el 30% del coste de la infraestructura. Un apoyo público que se incrementará con el nuevo proyecto.
Unos puntos de recarga que según la Ministra, permitirán a los usuarios reducir el miedo a quedarse sin carga en sus desplazamientos, y de paso, ampliar el arco de potenciales clientes para los modelos eléctricos. Unos factores que permitirán acelerar un mercado que ha logrado triplicar sus cifras desde 2014, y que ya ha superado los 100.000 coches eléctricos vendidos.
A pesar de esto el sector del coche eléctrico no ha logrado todavía cifras destacables en el mercado general. Apenas el 1.04% de las ventas en Francia son eléctricos. Algo que nos indica que tamos en el buen camino, pero queda mucho por hacer para que el coche eléctrico se convierta en una alternativa con mayor calado en el mercado. Algo que como vemos, Francia está decidida a lograr.
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