El Ayuntamiento de Barcelona ha puesto sobre la mesa una propuesta que contempla que los vehículos más contaminantes no puedan circular por sus calles a partir de 2020. El ayuntamiento deberá decidir durante 2017 cuáles son los coches afectados, pero se especula que serán los más más antiguos y contaminantes que a su vez no dispongan de la etiqueta de la Dirección General de Tráfico que acredita el impacto ambiental de sus emisiones. Esto se traduciría en que los coches de gasolina anteriores al año 2000 y los diésel anteriores a 2006 se verían afectados por esta normativa. [blocktext align=»right»]
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Prácticamente el 40% de todos los coches censados en Barcelona entraría dentro del parque móvil afectado, lo que viene a ser algo más de 900.000 vehículos de un total de 2,4 millones.
El año que viene ya se podrían empezar a ver las primeras actuaciones de esta nueva normativa, con la restricción del tráfico para estos vehículos a partir de abril en episodios de alta contaminación. Después la normativa se aplicaría de forma definitiva y continuada en 2020. Es decir, en 2020 estos coches no podrán circular, haya contaminación o no.
El consistorio ha presentado un plan con un total de 58 medidas para combatir la contaminación atmosférica. En principio, el equipo de gobierno es optimista respecto a la aprobación del plan, ya que el resto de formaciones políticas también se muestran sensibilizadas respecto a esta problemática.
Entre las medidas propuestas, el ayuntamiento propone un incentivo para dar de baja los coches más contaminantes a cambio de billetes de transporte público durante un año. El ayuntamiento también propone abaratar los billetes de transporte público cuando haya episodios de contaminación, una actuación que el consistorio querría introducir el próximo año aprovechando la renovación de tarifas.
El problema de la contaminación del aire es cada vez es mayor en las grandes ciudades españolas. Como ejemplo claro tenemos Madrid, donde cada vez son más frecuentes los episodios de alta contaminación. Un problema que afecta a la salud de las personas y que tiene una fácil pero controvertida solución: retirar los coches más contaminantes de los centros de las ciudades.
Valiente y necesaria la propuesta del ayuntamiento de Barcelona, que seguro también ayudará al incremento de las ventas de coches eléctricos en la ciudad condal.
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