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Pekín pone en marcha un plan para sustituir sus 70.000 taxis gasolina por coches eléctricos

Las cifras de contaminación del aire de ciudades como la capital china, Pekín, han motivado en los últimos años importantes movimientos para intentar mitigar este problema. Entre las medidas está la mejora de la flota de coches que circulan por la ciudad, y que tienen una cuota de culpa en esta situación.

Además de la expansión del uso de autobuses eléctricos, el gobierno de la ciudad ha puesto en marcha un amplio programa que pretende ir sustituyendo de forma gradual los casi 70.000 taxis gasolina que en la actualidad trabajan en Pekín, y poner en su lugar coches eléctricos.

Un plan que cuenta con un presupuesto de nada menos que 1.200 millones de euros al cambio. Una cifra realmente llamativa que las autoridades esperan sirva para mejorar algo el negro panorama ambiental que vive la capital. Un proyecto que además servirá de ejemplo para otros lugares que también estén buscando soluciones para sus problemas de contaminación.

Pero esta iniciativa además de inversión en nuevos vehículos, también se enfrenta al problema de las estaciones de recarga. Un aspecto muchas veces dejado en segundo plano, pero que tiene tanta importancia como los incentivos de compra de los propios vehículos.

Un ejemplo son los 200 taxis eléctricos adquiridos por la ciudad en 2014. Una incorporación que no ha sido acompañada por un despliegue de las estaciones de recarga, lo que ha tenido como resultado largas colas de hasta seis horas para lograr recuperar la energía de las baterías. Algo que ha provocado protestas por parte de los conductores.

El resultado es que de los 200 taxis eléctricos puestos en marcha, sólo había 100 en las calles, mientras los restantes estaban en las estaciones de recarga o esperando poder acceder a una de las pocas tomas disponibles.

Es por eso que si el gobierno de Pekín pretende sustituir cerca de 70.000 taxis, es de esperar que esto vaya acompañado por un drástico incremento de los lugares donde recargar las baterías. Una necesidad que se podrá mitigar gracias a la mejora de las capacidades de las baterías de los modelos de nueva generación, que proporcionará algo más de flexibilidad a los conductores.

Un ejemplo de que no sólo con dinero y buenas intenciones se logra el objetivo. Hace falta una minuciosa planificación y una estrategia integral para lograr cumplir con los objetivos marcados. Reducción de emisiones y menor dependencia del petróleo.

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Vía | Nbdpress

 

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