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Aston Martin sustituirá el Rapide por una versión eléctrica

En los últimos meses hemos pasado de ver como sólo unas pocas marcas apoyaban con lanzamientos y anuncios el sector del coche eléctrico, a ver como incluso marcas acostumbradas a los grandes motores gasolina comenzaban la transición. Es el caso de Aston Martin.

Mediante una entrevista concedida por su presidente, Andy Palmer, el fabricante británico ha confirmado que el Rapide, impulsado por un monstruoso motor gasolina V12, dejará de producirse. Su hueco lo ocupará una versión eléctrica de la berlina que lleva el poco original nombre de RapidE.

De esta forma Aston Martin lanzaría un modelo que se colocaría en la parte más alta del segmento de las berlinas de lujo eléctricas. Una propuesta que llegaría en 2018 y que incluso tendría fecha de caducidad.

El RapidE será sustituido a medio plazo por el DBX. Un todocamino que usaría una plataforma específica y que ya hemos visto en forma de su primer prototipo en el 2015. Un modelo que el propio Andy Palmer ha catalogado como una cuestión de supervivencia para la marca. Un prototipo que ha sido acogido con muy buenas críticas a su diseño.

Un modelo clave para los de Gaydon, no por ser un esperado superventas, si no por permitir reducir de forma importante la cifra de emisiones de la gama. Algo que puede tener como consecuencia curiosamente, la salvación para algunos de los modelos alimentados por los motores V12.

Sobre el RapidE, aunque en este tiempo ha tenido oportunidad de evolucionar, Aston ya ha presentado hace casi dos años un primer prototipo. Un desarrollo realizado con la colaboración del equipo Williams,  que ha instalado un sistema de tracción integral con unos 600 kW (818 CV) de potencia.

La autonomía por su parte según Andy Palmer, espera que supere los 500 kilómetros bajo el ciclo europeo, y unos 320 bajo el americano. Cifras que por supuesto tendrán que adaptarse a los nuevos tiempo y las nuevas celdas, que permiten ir un poco más allá que la tecnología de 2015.

Con este movimiento, el fabricante británico se convierte en el primero en eliminar un modelo con motor de combustión para sustituirlo por un eléctrico. Un movimiento que nos indica que algo está cambiando en los grandes fabricantes. Puede llamarse Dieselgate, o Euro6 (la nueva normativa de emisiones) pero está claro que la movilidad eléctrica está ganando adeptos incluso en fabricantes hasta ahora muy alejados de estas posturas, como Aston Martin.

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Vía | Motoring

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