Primeras tomas de contacto de la prensa con el Volkswagen I.D.

Presentado el pasado mes de septiembre, el Volkswagen I.D. se ha situado como el primer modelo de nueva generación del gigante alemán. Un proyecto que supondrá el diseño de la primera plataforma específicamente pensada para albergar un sistema eléctrico de VW, y que llegará al mercado en 2020.

Pero hasta entonces el prototipo mostrado el pasado año tiene mucho trabajo por delante, sobre todo a nivel de diseño. Pero al mismo tiempo este concepto funcional, ensamblado de forma artesanal, nos permite conocer con algo más al detalle su propuesta.

Esto es gracias a las primeras tomas de contacto que la prensa está teniendo. Unas tomas de contacto donde apenas hay nada que mencionar a nivel mecánico, ya que como decimos, son prototipos sin nada en común con el modelo de serie en este aspecto, pero si nos permiten empezar a visualizar el importante potencial que esconde en su interior.

Lo primero que llama la atención es el espacio interior. Es algo que destacan aquellos que lo han probado, y es que a pesar de tener el tamaño de un Golf, 4.10 metros de largo, en su interior hay mucho más espacio, tanto para ocupantes, como para su carga. Esto es gracias a una distancia entre ejes de 2.75 metros, apenas 4 centímetros menos que el Passat. Destacable la posibilidad de plegado de los asientos traseros, que pueden levantarse para dejar una zona de carga frente a ellos. Unos asientos que también pueden plegarse de forma convencional, dejando un maletero de 960 litros.

Llama la atención la disposición del selector de marcha en el volante. Algo que veremos si mantiene en el modelo de producción, y que supondría no sólo la desaparición de la palanca de cambios, si no también de los botones o selectores que la habían sustituido el algunos modelos. Un volante que incluso en este prototipo puede esconderse, para de esa forma liberar más espacio cuando utilicemos el sistema de conducción autónoma.

Como no podía ser de otra forma, Volkswagen también ha buscado la forma de complicar la apertura de las puertas tan habitual en los prototipos. En esta ocasión ha añadido un sistema que se activa con el movimiento, y un rato después deja salir la manilla de apertura. Un candidato a desaparecer en el modelo de producción.

Queda por ver si la apertura de puertas se mantiene en el modelo final. Un sistema que mezcla la apertura clásica de las delanteras, con un sistema de semi-corredera en las traseras. Una configuración que deja un enorme hueco de acceso, facilitado también por la ausencia del pilar B. Veremos si esto no penaliza la altura del paso de entrada para reforzar el chasis, tal como le sucede por ejemplo al BMW i3.

También destaca la luminosidad. Un aspecto cada vez más valorado por los usuarios, y que los fabricantes tienen más en cuenta en sus nuevas propuestas. Algo muy presente en el I.D. donde la luz es una de las protagonistas gracias a su enorme techo acristalado. Eso si, VW no ha seguido la tendencia marcada por Tesla, y no ha optado de momento por una luna delantera conectada con el techo.

La conclusión es que el I.D. tiene mucho potencial, pero también mucho trabajo por delante. Un modelo que recordamos llegará en 2020, dotado de un motor de 125 kW (170 CV) que le propulsan hasta los 100 km/h en unos 8 segundos. La batería por su parte podrá llegar a los 101 kWh, aunque posiblemente las capacidades se muevan en cifras más cercanas a los 60 o 70 kWh. Un aspecto sobre el que el fabricante alemán todavía no ha comentado nada.

Para la conducción autónoma salvo cambio de última hora, habrá que esperar un tiempo después de su lanzamiento. Desde VW se ha comentado que al menos hasta 2025 no pondrán en la calle un modelo autónomo. Una fecha que podría cambiar según se aceleren los proyectos de sus rivales, que esperan tenerlos listos para su comercialización a finales de esta década, incluso antes. Aunque ya sabemos que los alemanes van a su ritmo en estos aspectos.

Falta conocer también el precio. Sin duda, el punto de inflexión del I.D. Si logra una propuesta contenida, puede conseguir situar de nuevo a Volkswagen en la pomada. En caso de que su coste se dispare por encima de los 40.000 euros, entonces tendrá un problema para justificar su propuesta frente a otras posiblemente más atrevidas desde el punto de vista tecnológico, e incluso más accesibles a nivel económico.