El pasado año durante la presentación de su Plan Maestro, Tesla indicaba que estaban trabajando en el desarrollo de un camión eléctrico. Un anuncio que ha sido respondido con poco interés por parte de la industria de la fabricación de camiones tradicionales. Esto ha seguido después del anuncio por parte de Elon Musk de que en septiembre realizarán su primera presentación.
Pero estos grandes grupos no deberían dormirse en los laureles. Así al menos lo indica en analista Alex Porter, de la consultora americana Piper Jaffray, que ha realizado un informe donde poner sobre la mesa que a pesar de que de momento no se sabe prácticamente nada de la propuesta de Tesla, esta puede convertirse en una amenaza para el sector más tradicional.[blocktext align=»left»]
Nikola Motor presenta el Nikola One, el primer camión eléctrico con extensor de autonomía a hidrógeno [/blocktext]
Según Porter «Los fabricantes de vehículos comerciales, y sus proveedores, deberían ser más prudentes y tomar más en serie los Tweets de Elon Musk. Estamos reduciendo las cotizaciones de los fabricantes de camiones CMI y PCAR en parte porque creemos que sus valoraciones ya reflejan el optimismo cíclico, pero también porque creemos que la inminente llegada de Tesla podría presionar estas mismas valoraciones«.
Este aviso es de lo más claro. Al mismo tiempo pone sobre la mesa que todavía no sabemos nada de la propuesta de Tesla, por lo que valorar su impacto será complicado. Pero lo que si es una realidad es que el mercado es muy amplio y variado, y el fabricante norteamericano podría empezar su andadura en un segmento menos exigente que el transporte más pesado.
Cada flota tiene sus necesidades, con algunas unidades que recorren más de 300.000 kilómetros cada año, mientras pequeñas furgonetas puede apenas llegar a los 20 o 30 mil kilómetros. Un mercado que mira con lupa los costes operativos, y que cada vez más también la cuestión de las emisiones. Sobre todo los modelos que deben acceder al centro de las ciudades.
Según el informe, el tamaño del mercado del transporte pesado es enorme, y calculan que entre Estados Unidos y Europa hay una oportunidad de negocio de unos 100 mil millones de dólares cada año. Un pastel muy grande en el que Tesla quiere dar un mordisco.
Y si los grandes fabricantes de camiones siguen el camino de los fabricantes de coches, Tesla lo tendrá fácil para abrirse hueco de la mano de una tecnología que ya ha recorrido unos cuantos kilómetros, a lo que podría sumar en el caso del transporte ligero, una red de recarga rápida que podría darle una ventaja competitiva insuperable.
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Vía | Electrek
