Los autobuses eléctricos y autónomos se han convertido en una de las tendencias que amenazan con revolucionar el sector del transporte público. Unos vehículos capaces de moverse sin emisiones, con un coste operativo muy bajo, e incluso sin conductor. Un sector en plena fase de desarrollo, que ya cuenta con algunas empresas luchando por su posicionamiento.
Es el caso de los franceses de Navya. Desde hace un tiempo están trabajando en un pequeño microbús eléctrico, que tiene toda la dotación para lograr alcanzar un elevado nivel de conducción autónoma.
Este modelo cuenta con capacidad para un máximo de 15 personas, y puede alcanzar una velocidad máxima de 45 km/h. Como la legislación todavía está en fase de desarrollo, el ARMA no puede moverse por zonas abiertas al tráfico, por lo que sus aplicaciones se limitan a recintos privados. Para poder moverse sin la presencia de un conductor el ARMA cuenta con un ejército de sensores, como un sensor LiDAR, que le permite mapear su recorrido en 3D, un GPS RTK, que le proporciona con precisión la posición del vehículo, además de otros elementos como una cámara estereoscópica, que le permite por ejemplo leer señales de tráfico.
Pero la pregunta que nos hacemos es ¿cuánto cuesta este modelo?. De momento el precio de venta no lo sabemos, aunque suponemos que será muy alto. El elevado nivel técnico, junto con una producción casi artesanal, supone que cada unidad de este autobús autónomo sea una pequeña obra de arte tecnológica sobre ruedas.
A pesar de que no sabemos su precio, ahora ya tenemos una idea gracias a la iniciativa que Navya ha puesto en marcha junto con la sociedad de inversión Neot Capital. Esta permitirá a aquellas empresas y organismos públicos interesados en comenzar a experimentar con los vehículos autónomos, hacerlo mediante un alquiler en lugar de una costosa adquisición.
El coste de todo el servicio, vehículo, mantenimiento y soporte técnico completo, en un contrato de entre 48 y 60 meses, será de 9.500 euros/mes.
Desde Navya se planea utilizar esta nueva fórmula para continuar con el desarrollo del proyecto. Por lo tanto, aquellas empresas o instituciones que se animen a incorporar uno de estos vehículos a su flota, además de ser pioneros y lograr una buena cuota de publicidad, estarán ayudando al desarrollo de uno de los pocos programas de conducción autónoma que se desarrollan en Europa.
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Vía | AVERE
