Hay señales muy claras de que la cosa en el sector del coche eléctrico se esta acelerando, y además de forma importante y definitiva. La penúltima señal nos llega de las imprescindibles empresas suministradoras. Esas encargadas de desarrollar y fabricar la mayor parte de los componentes que llevan nuestros coches, y que ahora están centrando sus esfuerzos en situarse en el pujante sector de las nuevas formas de movilidad.
Es el caso de Bosch, Continental, ZF y Denso. Cuatro gigantes que cada uno a su manera, se han embarcado en los últimos años en importantes proyectos para el desarrollo de los componentes que dan forma a los coches impulsados por electricidad.
Bosch, el mayor suministrador del mundo, ya produce en masa piezas para vehículos eléctricos. La tecnología de los alemanes ha se encuentra en 30 modelos eléctricos e híbridos diferentes. Bosch también comenzó a desarrollar en 2016 11 nuevos proyectos en China. Está desarrollando tecnología de bajo coste destinado al mayor mercado del coche eléctrico del mundo. China.
Por su parte Continental, que entre otras cosas fabrica uno de los motores que monta el Renault ZOE (Q90) registró ventas en componentes eléctricos y sistemas híbridos por valor de 1.200 millones de euros en el año fiscal 2016. Un sector que recibirá por parte de Continental una inversión adicional de 300 millones de euros en los próximos cuatro años. Una inversión que han indicado será destinado a anticiparse al cambio del sector del automóvil de la próxima década.
Denso, el fabricante japonés, también está moviéndose de forma agresiva en este sector, y el pasado mes se confirmaba la inversión en el desarrollador nipón Ibiden. Una empresa especializada en sistemas de propulsión eléctricos que sumará fuerzas con los recursos de Denso.
Coches eléctricos, y autónomos
Además de la tendencia hacia la electrificación, el mercado se encamina también hacía la automatización de la conducción. El coche autónomo ya está en todos los medios, y en breve también estará en las carreteras.
Destacan nombres como la propia Bosch. Estos se han aliado con el gigante alemán Daimler y con la tecnológica americana Nvidia, para colaborar en el desarrollo de su propia tecnología de conducción autónoma. Unos sistemas que esperan tener listos para su puesta en marcha para 2020.
ZF, otro importante suministrador alemán, anunció el jueves una alianza con el fabricante francés Faurecia, para desarrollar tecnologías para la «cabina del futuro» en vehículos autónomos.
Continental se lanzó en 2016 a la compra de una división de una compañía estadounidense que fabrica sensores de luz láser. Una tecnología indispensable para permitir a los coches autónomos controlar con precisión la distancia de otros vehículos u objetos.
Denso por su parte también quiere estar bien situado en este sector, y de esa manera está intensificando la inversión. Su presupuesto de investigación y desarrollo se elevará un 4% hasta los 3.770 millones de dólares en este año fiscal japonés. De este presupuesto, una tercera parte será destinada al desarrollo de tecnologías de conducción autónomas.
La conclusión es que la inversión está comenzando a fluir de forma muy intensa tanto en el sector del coche eléctrico, como en el del coche autónomo. Dos sectores que van de la mano en su evolución, y que verán como en los próximos años no sólo mejoran sus prestaciones, sino también bajan los precios gracias a la economía de escala.
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Vía | Autonews
