Aunque los rumores e indicios llevan ahí un tiempo, no ha sido hasta esta semana en la que de forma oficial desde Apple se ha confirmado que trabajan en desarrollar la tecnología de conducción autónoma. Un sistema que se ha convertido en una de las tendencias más importantes desde el inicio de la industria del automóvil.
La confirmación ha llegado de la mano del propio Tim Cook. En una entrevista para Bloomberg, ha confirmado los trabajo para lograr desarrollar este sistema. Una tecnología que ha catalogado como disruptiva, y también la madre de todos los proyectos relacionados con la inteligencia artificial. Una de las iniciativas más complejas que hay en relación al desarrollo de tareas por un ordenador.
Cook también ha dejado alguna frase para la especulación. Preguntado por la cuestión de si finalmente Apple se convertirá en un fabricante de coches, el jefe de la tecnológica no lo ha dejado muy claro, limitándose a indicar que «Ya veremos a dónde nos lleva. Realmente no estamos diciendo desde un punto de vista de un producto lo que vamos a hacer«.
Esto significa que la idea de Apple podría estar en la de lograr desarrollar la tecnología de conducción autónoma, y una vez logrado, entonces dar el siguiente paso ya sea convirtiéndose en suministrador, como con Apple Car, o dando un salto más grande y ampliando su actividad al de la fabricación de vehículos, eléctricos claro.
Y es que durante la entrevista Cook ha destacado el potencial de los coches eléctricos y ha indicado que «Es maravillosa la sensación de no tener que pararte en una gasolinera para repostar«.
El coche eléctrico de Apple
La posibilidad de lanzarse a la fabricación de coches abriría nuevos interrogantes, como si pondrán en marcha una marca desde cero, o por lo contrario comprarán una ya establecida. En ambos casos hay pros y contras.
La opción de arrancar desde el inicio con una marca propia parece la más indicada en caso de tener los fondos de Apple, ya que podrá adaptar todo el proceso a su filosofía de marca, y replicar el modelo aplicado en sus dispositivos, algo que ha usado la propia Tesla. Tiendas propias y con personal especializado…etc. Algo que les obligaría a adquirir fábricas y prepararlas para la producción, o llegar a un acuerdo como ha hecho con sus dispositivos electrónicos, fabricados por terceras marcas como Foxconn. Una posibilidad en la que hace unos meses ha sonado la austriaca Magna.
La otra opción sería la de comprar una marca ya establecida. Algo que tiene menos posibilidades precisamente por los problemas a la hora de integrar ambas marcas. Heredaría un entramado industrial ya establecido, pero también una red de concesionarios que seguro peleará por mantener sus privilegios.
Lo que está claro es que la conducción autónoma y eléctrica es una apuesta segura en el que todavía hay hueco para más competidores. Un espacio donde los grandes fabricantes han visto que se ha colado Tesla, y si se despistan puede que lo haga también Apple.
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Fuente | Bloomberg
