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El jefe de BMW i se pasa a Faraday Future para tratar de poner en marcha la producción el próximo año

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De sorprenderte podríamos catalogar el último movimiento del fabricante chino Faraday Future. Una start-up que no está pasando su mejor momento, después de anunciar que congelaba su proyecto para levantar una fábrica en Nevada. Un movimiento que ha sido seguido con el anuncio de la contratación del jefe de BMW i.

Ulrich Kranz dejará su puesto en el fabricante alemán después de 30 años, y desde 2007 al frente de la división de coches eléctricos, para incorporarse como jefe técnico en Faraday Future. Una importante y mediática contratación que puede ser un intento desesperado de los chinos por tratar de inyectar algo de credibilidad a su proyecto.

Sus primeras palabras han sido «Para mi ha sido bastante fácil. Faraday tiene a la gente adecuada, con la visión adecuada, y un producto muy innovador. Por eso estoy aquí.»

De momento el reto para el Sr Kranz es tratar de reflotar un proyecto que todavía tiene como objetivo poner el primer coche en la calle en 2018. Un reto cuando menos complicado ya que todavía no han dado comienzo a la fábrica que dará forma al coche.

Para ello desde la dirección han decidido dar un giro a la situación, y reducir la escala de la fábrica. Algo que supondrá menos inversión, pero también hará necesaria la búsqueda de un nuevo emplazamiento para la instalación. Algo que en la práctica supone más tiempo.

La cuestión es que FF cuenta con un primer modelo que muy buena pinta desde el punto de vista del rendimiento. Como ejemplo su pasada participación en el Pikes Peak, donde este todocamino ha logrado mejorar en más de 20 segundos el tiempo logrado por un Tesla Model S el pasado año. Y eso a pesar de una avería que le ha tenido parado un buen rato. Una señal de que hablamos de un coche muy rápido a pesar de su tamaño y peso.

¿Qué opciones le quedan?. La verdad es que parece complicado que FF logre recaudar los entre 500 y 1.000 millones de dólares que costará una nueva fábrica. Incluso con su presidente Jia Yueting buscando nuevos inversores que lo permitan, parece que esta opción será la más complicada.

Puede que la solución sea o bien cambiar la producción, y llegar a un acuerdo al estilo de Jaguar con Magna, para que fabrique un determinado número de unidades, que sirvan como catalizador para captar la inversión que permita más adelante la puesta en marcha de la fábrica. O bien sumar fuerzas con otro fabricante, como Lucid Motors o NIO, para compartir líneas de montaje, tal como hacen grupos como Daimler y Renault con algunos modelos.

Por último no podemos dejar de comentar otra de las lecturas de este movimiento, y es que BMW parece que ha levantado de forma definitiva su pié del acelerador en su programa de coches eléctricos, hasta tal punto que su propio director ha decidido buscarse nuevos retos en otro lugar. Sin duda una mala noticia que nos indica que hasta 2020 no veremos novedades importantes de los alemanes en este sector.

Por cierto, recordar la encuesta que hemos realizado el pasado 5 de enero, donde preguntábamos si FF tendría futuro. Una encuesta que ha terminado con un resultado dividido, con un 52% que han dicho que no logrará tener éxito, y un 48% que si lo tendrá.

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Vía | Manager-magazin

 

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