Para muchos Polestar, la división preparadora de Volvo, es una gran desconocida. Como todas las preparadoras, proviene del mundo de la competición. Entre sus modelos más destacados están las versiones R de Volvo, con las que algunos hemos soñado desde que aparecieron aquellos míticos 850-T5R y R a mediados de los 90. Por aquel entonces era Porsche la encargada de ayudar en la puesta a punto de dichas versiones.
Incluso la denominación R no ha desaparecido de la marca para determinadas versiones u acabados, pero Polestar ha ocupado su lugar con los S60-V60 Polestar, que logran superar en prestaciones a su competencia alemana más directa.
Las últimas normativas anticontaminación cambiaron la filosofía de los motores y su diseño: aquellos míticos 5 cilindros turbo, dieron paso a los 6 cilindros en línea turbo. Actualmente usan un 4 cilindros turbo de 2 litros de cilindrada que dio un magnifico resultado, moderando así los consumos-emisiones a un nivel más lógico.
Por otro lado de forma paralela, el programa eléctrico de Volvo, nos dejó un C30 eléctrico inicial como prototipo y en la práctica, en la venta del V60 PHEV con motor D5. Se lograba así combinar consumos contenidos, junto al apoyo eléctrico de 50Km NEDC y tracción 4×4, bajo un formato familiar muy práctico y de una altísima calidad de acabados.
Finalmente, para la nueva generación de Volvo, se decidió un esquema modular partiendo del motor 2.0 litros gasolina de 4 cilindros, para que las versiones radicales añadiendo Turbo, compresor y motor eléctrico trasero ofreciesen un nivel de prestaciones muy elevado, con un posible uso eléctrico en ciudad donde las versiones radicales más sufren, y prescindiendo del sobrepeso de montar un sistema Haldex para las versiones 4×4, como vienen usando en sus versiones térmicas. Además en dichas versiones se puede aplicar el sobreprecio de la nueva tecnología por el tipo de clientela de clase Medio-Alta que suele adquirirlos.
Futuro eléctrico inminente en Polestar y Volvo
En cuanto a próximos lanzamientos, se espera que veamos una versión del prototipo C90, que completaría la gama 90 de Volvo ( segmento E), con una variante Coupé enchufable T8 con diseño sensacional y cierto aporte retro en su zona trasera para recordar el P1800 Coupé.
Respecto a la gama 60 de Volvo, o segmento D, veríamos variantes previsiblemente derivadas del XC60 de menor altura para su V60, y tipo sedán para el S60 que vendría a ser un S90 a escala reducida. Y donde veremos variantes híbridas enchufables que aportarán menor consumo y mejores prestaciones, al contar con menor peso que el XC60 T8.
El siguiente paso sería lanzar en 2019 el todocamino eléctrico con esquema eléctrico 100% en un nueva plataforma denominada CMA. Tras dicho lanzamiento, probablemente aparecerían diferentes variantes sedan y SW a las que Volvo nos tiene acostumbrados.
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