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BMW comienza a preparar sus fábricas para la nueva generación de coches eléctricos

BMW ha confirmado los trabajos para comenzar a adaptar la planta de Spartanburg para acoger la producción de coches eléctricos. Unos trabajos que se enmarcan en una estrategia donde los alemanes han optado por aglutinar en las mismas líneas diferentes tecnologías, desde modelos con motor de combustión, a híbridos enchufables y eléctricos.

BMW empieza a ver que la apuesta por los eléctricos sale a cuenta. Un 80% más este año, y una cuota del 4.4%

Algo que como recordamos ha levantado algunas dudas entre los expertos alemanes, que ponen de manifiesto lo arriesgado que será este tipo de iniciativas.

La idea central detrás del plan de BMW es que la mayoría o la totalidad de los vehículos a medio y largo plazo será eléctricos. Pero mientras tanto el fabricante contará con una gama donde todos los modelos contarán con diferentes configuraciones mecánicas.

Unas líneas de producción que contarán con una flexibilidad que les permitirá adaptar el ritmo de cada modelo según lo haga la demanda. Un cambio respecto a la línea separada que han probado en una primera fase con la fabricación del BMW i3 en la planta de Leipzig.

 

Según Harald Krueger, director ejecutivo de BMW «Nadie sabe cuántos vehículos eléctricos se venderán en 2020, 2021 o 2025. No sabemos cuántos híbridos enchufables se venderán, y no sabemos cuántos modelos a combustión venderemos. La única respuesta es la flexibilidad de poder entregar las tres tecnologías«.

BMW incluso está trabajando en poner en el mercado modelos capaces de albergar los tres sistemas. Entre ellos estará el nuevo BMW X3, y el Serie 3, que contarán con una versión eléctrica si no hay cambios en los planes a lo largo de 2020. La gran pregunta es la cuestión de la plataforma.

Como recordamos, el usar bases de modelos convencionales no es la mejor solución a la hora de electrificar un modelo. Se ha visto en el pasado que es una opción que limita de forma importante el desarrollo de vehículos con grandes baterías. Es por eso que tanto el X3 como el Serie 3 pasarán a una nueva plataforma denominada CLAR, mucho más flexible que las actuales.

El principal problema de este plan es que necesitará una gran inversión. Los modelos eléctricos, diésel, gasolina e híbridos tendrán que compartir espacio en las líneas de montaje. Esta duplicidad supondrá que BMW deberá contar con un elevado nivel de piezas en stock para atender la posible demanda de los diferentes acabados. Algo que supondrá un importante esfuerzo a nivel económico, logístico y también un esfuerzo a nivel de tiempo para preparar y tener listo ese stock.

Una forma tradicional de afrontar una nueva generación de vehículos que para muchos expertos dentro de Alemania es un error estratégico por parte de BMW. Sobre el papel no parece mala idea la de compartir espacio, pero a la hora de la verdad para lograr elevar la economía de escala y bajar los precios de los eléctricos, necesitas alcanzar una velocidad muy alta en las líneas de producción de los eléctricos. Algo que se pondría en peligro con líneas mixtas con tecnologías muy diferentes entre ellas.

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Vía | Autonews

 

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