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El coche eléctrico, y toda la tecnología que le rodea, supondrá una revolución comparable a la del iPhone

Para los expertos, la irrupción del coche eléctrico será una revolución mucho más profunda de lo que muchos todavía piensan. Una tecnología mucho más eficiente y sencilla que los sistemas de combustión tradicionales, que además de con unos costes operativos mucho menores, vendrá además acompañado por un ecosistema que supondrá un cambio radical en toda la industria.

Y es que por si el coche eléctrico por si solo cambiará tanto la forma en la que nos movemos, como sobre todo el impacto que supone el hacerlo con combustibles fósiles. Pero es que además la evolución de la tecnología vendrá acompañada por nuevas soluciones que se integran perfectamente con la nueva generación de vehículos.

Para en canal Bloomberg, la combinación de sistemas de propulsión eléctricos, con tecnologías como la conducción autónoma, supondrán una revolución similar a la vivida en su momento con la llegada del iPhone.

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Y es que el teléfono de Apple por si sólo ya era rompedor. Dejaba atrás los botones físicos para lanzarse a una pantalla táctil. Pero sólo con eso no habría tenido el impacto tan profundo logrado en toda la industria. Todo el despliegue que le acompañaba en forma de aplicaciones han provocado un cambio estructural en una industria que en apenas 10 años ha cambiado totalmente el nombre de sus protagonistas. De Nokia y Blackberry, hemos pasado a Apple o Samsung. Algo similar a lo que sucederá con el coche eléctrico.

El sistemas de propulsión de un modelo eléctrico apenas tienen piezas móviles, 3 por las más de 130 de un modelo con motor de combustión. Esto supone por ejemplo que para las flotas de alquiler sea una opción mucho más interesante desde el plano económico y logístico. Si le añadimos los sistemas de conducción autónomos, entonces estaríamos creando la Applestore o la Google Play Store de Android.

Esto supondrá que en aplicaciones donde se requiere recorrer una importante cantidad de kilómetros cada día, como los diferentes sistemas de transporte de personas, la electricidad permitirá sacar el máximo partido económico. Y los vehículos autónomos serán los que logren exprimir todavía más esta cualidad gracias a su posibilidad de rodar durante horas sin presencia de un conductor.

Según Bloomberg, esto supondrá que para las empresas dedicadas al alquiler de coches, como Uber y similares, la paridad de precio de los coches llegará ya en 2020. Cinco años que para los particulares. Algo que está acelerando las inversiones en el sector, como por ejemplo Google en el principal rival de la propia Uber, Lyft.

Aspectos que supondrá un impulso a todos los niveles. Tanto en el desarrollo de sistemas eléctricos, baterías, sistemas de recarga..etc. Unos «esteroides» para la industria del coche eléctrico que permitirá aumentar de forma significativa la economía de escala y con ella, reducir los costes de los propios vehículos.

El principal problema para el desarrollo de una industria del coche eléctrico y autónomo curiosamente no será precisamente la tecnología. Será la legislación. Según Bloomberg, para 2020 se espera que las primeras soluciones que logren alcanzar un elevado nivel de autonomía estén listos. Pero su puesta en marcha dependerá de la situación de la normativa de cada país. Algo que estiman supondrá un retraso en su implantación masiva hasta el año 2030.

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También se hace mención al impacto que tendrá la expansión del coche eléctrico en la producción de petróleo. Otra de las consecuencias de la adopción de los sistemas eléctricos que estudios estiman que supondrá desplazar el consumo de unos 8 barriles de petróleo al día para 2040. Una cifra que podemos comparar con los 7 millones de barriles que cada día produce Arabia Saudita, el principal productor mundial. Y menos barriles de petróleo, supone menos combustibles fósiles quemados saliendo por los tubos de escape y por lo tanto menos contaminación.

La conclusión es que estamos a las puertas de una revolución que irá mucho más allá de «simplemente» dejar de movernos con vehículos dotados de un motor de combustión. Seremos testigos del nacimiento de una nueva industria donde los usuarios además de coches eléctricos podrán acceder a nuevos sistemas de transporte, aplicaciones, y un sin fin de servicios que cambiarán de forma radical la automoción. Unos cambios que suelen dejar a los más reticentes atrás.

¿Quienes serán los Nokia o Blackberry de la industria del automóvil? ¿Y los nuevos Apple y Samsung?.

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Vía | Autonews | Bloomberg

 

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