Volkswagen ya trabaja en preparar sus fábricas para el coche eléctrico. 300 unidades al día del ID para 2020

Estos días sin duda el gran protagonista del sector del coche eléctrico está siendo Volkswagen. El grupo alemán ha presentado un ambicioso programa que movilizará unos 70.000 millones de euros en la creación de una gama de vehículos, además de la puesta en marcha de una producción propia de baterías.

Ahora sabemos que los trabajos para este proyecto ya han comenzado. Uno de los primeros focos de atención es la planta que Volkswagen tiene en la localidad sajona de Zwickau. Una instalación que está recibiendo las primeras inversiones que permitirá poner en marcha la primera línea de producción que albergará la nueva plataforma MEB.

Volkswagen presenta su plan Roadmap E: 50 coches eléctricos, 30 híbridos enchufables, € 70.000 millones para baterías y nuevos modelos

Esta instalación ha recibido una inversión de 300 millones de euros para adaptarse a los coches eléctricos, y entre otras cosas ha recibido un incremento de su automatización que llegará al 60% durante el arranque de una producción que se espera de comienzo a lo largo de 2019.

Una de las peculiaridades de esta nueva fábrica es que albergará la producción de diferentes marcas del grupo. Por ejemplo además del ensamblado de la familia ID, también se espera que salgan de sus líneas los primeros Skoda eléctricos convirtiéndose en una factoría multimarca que además acogerá en líneas paralelas la producción del Golf y el Passat.

Una vez terminada la construcción de la nueva línea, los responsables de VW esperan que en una primera fase esta pueda lograr una producción de 300 unidades al día. Una cifra que permitiría durante el primer año poner en la calle entre 90.000 y 100.000 unidades. Posteriormente será la demanda la que indique si hay que incrementar esa cifra.

Opinión

Como vemos la cosa se mueve. Aunque todavía tengamos que esperar al menos dos años para ver los primeros ID en la calle, por lo menos la cuenta atrás ya está en marcha y es cuestión de meses ver con nuestros propios ojos su desembarco.

Por otro lado vemos que los planes iniciales no parecen demasiado ambiciosos. Bien es cierto que la flexibilidad de estas líneas, así como la capacidad industrial del grupo para poner en marcha otras instalaciones, permitirán a Volkswagen adaptar rápidamente la oferta a la demanda. Pero si no hay cambios, parece que al menos durante el primer año podría ser difícil hacerse con una unidad de los eléctricos de nueva generación de Volkswagen.

Algo que podría llevarlos a repetir el «Caso Opel Ampera-e». Un modelo ya en el mercado, pero sólo disponible en un par de mercados y en números extremadamente limitados.