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Barcelona y otras 11 grandes capitales firman un acuerdo para que a partir de 2025, todos los nuevos autobuses sean eléctricos

Un total de 12 grandes capitales de todo el mundo han suscrito este lunes en París el compromiso de reducir al máximo los sistemas con motor de combustión de sus calles antes de 2030. Entre ellas está Barcelona, cuya alcaldesa ha destacado la obligación de impulsar una “respuesta inmediata” frente a la contaminación que “amenaza” la vida y la salud de los ciudadanos.

Los firmantes de esta declaración, Londres, Paris, Los Ángeles, Copenhague, Barcelona, Quito, Vancouver, México, Milán, Seattle, Auckland y Ciudad del Cabo, se han comprometido a que a partir de 2025 todos los nuevos autobuses que se incorporen a las diferentes flotas municipales tendrán que ser eléctricos.

Barcelona prohibirá el acceso a los coches más contaminantes en los días de mayor concentración de partículas. En 2020 prohibición permanente

Un movimiento que algunas ciudades ya han comenzado, y por ejemplo la autoridad del transporte de la ciudad de Los Ángeles, California, ha encargado recientemente un total de 100 autobuses eléctricos para empezar la transición hacia formas más sostenibles.

Y es que además de ser un movimiento publicitario, es totalmente necesario ya que no podemos olvidar que en las grandes ciudades, un tercio de las emisiones contaminantes proceden del sector transporte. Una de las principales fuentes de contaminación del aire que genera un cuarto de las partículas finas a nivel mundial. Unas emisiones que además se producen en las zonas más densamente pobladas, multiplicando su peligrosidad.

Además de promover con más intensidad el transporte con autobuses eléctricos, desde las ciudades se quiere poner coto a los vehículos diésel, y además favorecer iniciativas que faciliten el uso de sistemas alternativas y sostenibles.

  • Incrementar los trayecto andando, en bicicleta, y el uso del transporte público y compartido
  • Reducir el número de vehículos contaminantes en las ciudades
  • Servir de ejemplo con la transformación de las flotas municipales con vehículos sin emisiones
  • Colaborar con suministradores, operadores de flotas y empresas, para acelerar el cambio a formas de movilidad cero emisiones, además de reducir el número de kilómetros a recorrer en la ciudad

Opinión

Por supuesto, hablamos de un plazo llamativo, pero poco ambicioso. Y es que esto no supone que a partir de 2025 todos los autobuses vayan a ser eléctricos, sino que a partir de esa fecha las nuevas compras tendrán que ser eléctricas. Pero hasta entonces tenemos por delante 8 años donde los movimientos no parece que vayan a ser significativos, y las compras de nuevos modelos seguirán apostando principalmente por modelos con motor de combustión, con unos pocos eléctricos justo a tiempo para las fotos correspondientes.

Algo que nos indica que los residentes en las grandes ciudades tendrán que seguir respirando un aire lleno de partículas contaminantes, de las cuales una buena parte procederán de vehículos de las flotas municipales. Y si, un autobús eléctrico cuesta mucho, pero también a aun particular o empresa le cuesta mucho más un coche eléctrico que uno diésel o gasolina, y cada vez más realizan el esfuerzo extra en la compra, un extra que luego recuperará gracias al menor coste operativo.

Y los ayuntamientos y autonomías deberían ser ejemplo en esta apuesta.

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Vía | Barcelona

 

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