En 2016 China ha vendido un total de 507.000 coches eléctricos, lo que ha supuesto un crecimiento del 56% respecto al 2015. Una cifra que este año volverá a crecer de forma importante hasta llegar a unas 700.000 matriculaciones, lo que supondría otro incremento del 72%.
Y esto es sólo el principio, ya que el objetivo del gobierno chino es lograr llegar a las 2 millones de unidades para 2020, y alcanzar los 7 millones en 2025.
Este crecimiento de la movilidad eléctrica supondrá además de una mejora en las cifras de emisiones de las grandes ciudades, también la explosión de un negocio que verá crecer sus ingresos con el aumento de las ventas de vehículos eléctricos. Hablamos del reciclado de baterías.
Un sector donde ya se están situando inversiones para asegurarse una buena posición de cara a un negocio que sólo en China se espera facture unos 4.000 millones de euros al año para 2023.
Y es que detrás del reciclado hay todo un proceso que permitirá mejorar la sostenibilidad de todo el proceso. Una operación donde se recuperarán materiales muy costosos como cobalto o el níquel, además de evitar de paso que materiales tóxicos lleguen a la tierra en caso de no tratar correctamente las baterías.
De esta forma empresas participadas por el estado como Shanghai Jinqiao, Jiangxi Ganfeng Lithium y GEM, están realizando las inversiones necesarias para ir preparando a la industria del reciclado para atender una demanda que se espera no pare de crecer en los próximos años, y que permitirá además del tratamiento de packs, también la reutilización de los mismos en nuevos modelos o en otras aplicaciones, como el almacenamiento estacionario.
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Vía | Techwireasia
