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Coches eléctricos de segunda mano. BMW i3 vs Volkswagen e-Golf

Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los coches eléctricos, es su elevado precio. Es por eso que muchos esperan que el mercado de segunda mano les permita acceder a una unidad que a diferencia de los modelos de combustión, apenas tendrá desgaste más allá de su batería con el paso de los kilómetros.

Dos de los modelos más interesantes del mercado, son de los más castigados por el tema precio. Hablamos del BMW i3, y el Volkswagen e-Golf. Dos alemanes que con el paso del tiempo, y la llegada de actualizaciones, ha visto como sus precios en el mercado de ocasión les colocan en cifras más accesibles.

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Y es que hacerse con la nueva versión del Golf eléctrico antes de ayudas o promociones sale por nada menos que 38.020 euros, mientras que el BMW i3 es de 37.700 euros. Cifras bastante elevadas a las que habría que sumar el equipamiento extra que vayamos a necesitar.

Es por eso que el mercado de segunda mano se está convirtiendo en una opción cada vez más recomendable. Por ejemplo, en España podemos encontrar unidades del i3 bien equipadas, con precios que parten desde los 22.500 euros. Incluso ya hay unidades Rex, dotadas del extensor de autonomía por menos de 24.000 euros.

Por su parte el VW e-Golf parte desde unos precios similares, con modelos de concesionario y con apenas unos pocos miles de kilómetros y que arrancan desde los 23.900 euros. En caso de querer optar a la nueva versión, entonces la inversión en el mercado de ocasión ofrece oportunidades con unidades desde 29.900 euros.

Pero: ¿e-Golf o i3?

Por un lado está el BMW i3. Una opción pensada para los que no necesiten mucho espacio interior, sólo tiene cuatro plazas, y el maletero se queda en 260 litros. Un modelo que además extiende su diseño diferente a un interior moderno y diferente.

A cambio pueden acceder a un coche con un diseño diferente que no pasa desapercibido. Además es  extremadamente rápido, ya que gracias a sus 125 kW (170 CV) logra acelerar hasta los 100 km/h en apenas 7.2 segundos. Por su parte la autonomía se queda en 130 kilómetros según el ciclo EPA, gracias a una batería de 22 kWh, todo con un consumo excelente gracias a su bajo peso, y que se queda en 16.7 kWh bajo el exigente ciclo americano.

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Entre los apartados negativos destacar que el i3 no cuenta con una pantalla táctil. Algo que ha sido criticado en una era donde casi todos los nuevos modelos lo llevan. Un panel de información que debe ser manejado con una rueda física, y que puede ser un suplicio a la hora de introducir instrucciones en el navegador.

Por su parte el e-Golf nos propone un diseño más tradicional, que quitando pequeños detalles, como las llantas o el identificativo trasero, a primera vista parece complicado diferenciar de un Golf convencional. Añade cinco plazas, pero no logra capitalizar su mayor tamaño en el maletero, que se queda en apenas 272 litros. Una cifra bastante baja para un modelo de su tamaño.

En el plano dinámico el Golf disfruta de un chasis muy sólido, pero que no logra aprovechar al máximo en esta primera generación por culpa de un motor que se queda en los 85 kW (115 CV). Algo que sumado a su mayor peso respecto al i3, 390 kilos más, hace que las cifras de aceleración sean mucho más pobres, con una aceleración hasta los 100 km/h en 10.4 segundos.

Un e-Golf que monta una batería de 24.2 kWh, que le proporcionan una autonomía según el ciclo EPA de 133 kilómetros, y un consumo medio de 18 kWh a los 100 kms. Un e-Golf que a diferencia del i3, si dispone de una pantalla táctil de 8 pulgadas, desde donde controlar el equipo de info-entretenimiento de una forma sencilla y asequible.

Ambos casos encontramos equipamiento como climatizador, encendido de luces y limpiaparabrisas automáticos, control de crucero, sensores de estacionamiento traseros, DAB, navegación por satélite, Bluetooth, USB y tomas auxiliares y un volante multifunción. A esa lista, el e-Golf agrega faros LED, sensores de estacionamiento delanteros y un puerto de carga rápida, que en el i3 es un extra que cuesta 1.700 euros. Una opción que en el momento de la llegada del i3 al mercado apenas contaba con puntos donde recargar, lo que provoca que la mayor parte de los compradores hayan optado por no instalarlo.

Conclusión

El resumen es que los interesados en comprarse un coche eléctrico alemán, ya disponen de dos de los modelos más populares a precios más terrenales. Dos modelos de primera generación con argumentos muy diferentes, y precios muy parecidos, cada uno como hemos visto con sus pros y sus contras, y que cada usuario debe valorar a la hora de lanzarse a la compra.

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