Si eres de los muchos que están pensando en dar el salto a los modelos eléctricos, pero todavía no estás preparado para un modelo 100% eléctrico y buscas un híbrido enchufable, posiblemente hayas pensado en dos de los modelos más importantes de su sector. Hablamos del Volkswagen Golf GTE, y el nuevo Hyundai IONIQ plug-in.
Dos propuestas que encaran de forma muy similar el mismo propósito, ofrecer una experiencia eléctrica, con el respaldo de un motor gasolina. Pero aunque en un primer momento nos puedan parecer dos coches muy parecidos, en el día a día hay importantes diferencias.
La primera y más evidente es el diseño. Uno es un compacto con un aspecto clásico y reconocible, y el otro es una berlina más larga y afilada, que ha logrado captar la atención por un conjunto a nivel estético de lo más logrado.
En el aspecto monetario, el Golf GTE quiere sacar provecho a su prestigio ganado en décadas liderando el mercado en sus versiones convencionales, y en España está disponible en una única versión que parte desde 40.250 euros, antes de promociones y ayudas, mientras que el IONIQ arranca desde 35.000 euros para la versión de acceso TECNO, y 38.000 euros para la Style. Precios igualmente antes de ayudas y promociones.
La cuestión es saber la diferencia a nivel mecánico. Para ello la revista británica WhatCar los ha enfrentado en una comparativa en condiciones reales. Una prueba destinada a saber si hay grandes diferencias en aspectos como la potencia, la conducción, el consumo y la autonomía eléctrica.
Y aquí es donde nos hemos encontrado con una importante sorpresa. Y es que la configuración del Golf nos propone un sistema que combina un motor gasolina turbo de 1.4 litros con 150 CV, que trabaja de forma conjunta con un motor eléctrico de 80 kW (102 CV) que le proporcionan una potencia total de 204 CV. Por su parte el IONIQ cuenta con un motor gasolina de 105 CV, y un eléctrico 44 kW (60 CV).
Esto tiene como primer resultado que el IONIQ es 2.2 segundos más lento en alcanzar los 100 km/h que el Golf. Una diferencia que según el probador se agranda cuando hablamos de las recuperaciones entre los 50 y los 110 km/h. Pero realmente la aceleración puede ser algo secundario en un enchufable. Lo importante en este caso es la economía y la autonomía eléctrica.
Bajo el ciclo NEDC, el Golg logra 50 kilómetros en modo eléctrico, mientras que el IONIQ aprovecha su mayor eficiencia y llega a los 63 kilómetros. Eso bajo el ciclo europeo y sobre los rodillos. En el mundo real la cosa cambia algo. Al menos según los probadores.
El Golf con sus 8.8 kWh de capacidad de batería logra en condiciones reales llegar a los 24 kilómetros de autonomía en modo eléctrico. Un trayecto que ha cubierto al completo usando sólo su motor eléctrico.
Pero el IONIQ no ha tenido esa suerte. El Hyundai a pesar de contar con más batería, 8.9 kWh, y ser sobre el papel más eficiente, no ha sido capaz de completar el recorrido sin que entrase en marcha el motor gasolina ante la más pequeña pendiente. Algo que la baja potencia de su motor eléctrico, 44 kW, tiene buena parte de culpa. Una potencia que es casi la mitad de la que dispone el Golf, y que hace perder mucho de su atractivo a un modelo que sobre el papel parecía contar con grandes posibilidades de ganar en este aspecto.
Interior, espacio, conducción
Después analizan otros aspectos, como la posición de conducción, la visibilidad, calidad de fabricación, el sistema de info-entretenimiento, o el espacio interior.
Un espacio para los pasajeros que curiosamente a pesar de lo que podríamos pensar, el Hyundai no logra imponerse al Golf, que ofrece más espacio para las personas de más estatura, más espacio para las piernas…pero no para su carga.
Y es que el Golf GTE tiene en el maletero uno de sus puntos débiles. La instalación del sistema eléctrico se lleva por delante 100 litros de capacidad, quedando la cifra en apenas 272 litros, mientras que el IONIQ llega a los 341 litros. Dos cifras que no son para tirar cohetes en ambos casos, pero donde el coreano logra imponerse con claridad.
Conclusión
La conclusión es que el IONIQ tenía todo en su mano para convertirse en una de las estrellas del segmento de los híbridos enchufables. Además de un atractivo diseño, mejor eficiencia y mayor capacidad de carga, cuenta además con importantes descuentos de la marca que dejan su precio en cifras muy por debajo de las del Golf.
Pero la debilidad de su motor eléctrico se convierte en un lastre insuperable que hace de su conducción una experiencia mucho menos placentera y eléctrica que la del Golf. Algo que para el comparador supone que el ganador de la comparativa sea el Golf GTE.
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Fuente | Whatcar
